Funcionarios de Gendarmería vendían completos a los internos, según una investigación interna en la cárcel de Punta Arenas.
De acuerdo con El Pingüino, al menos cuatro trabajadores estuvieron involucrados en el incidente, y todos fueron sumariados, suspendidos y podrían ser desvinculados de la institución.
Sin embargo, llamó la atención que los empleados, aprovechándose de la condición de privados de libertad de los reclusos, duplicaban con creces el precio de los alimentos.
Los internos pagaban $3.500 por los completos, frente a los $1.500 que costaban para el público general.
Una alta autoridad del penal de Punta Arenas reveló los hechos y puso en marcha una investigación para identificar a los responsables.
Este centro penitenciario no es ajeno a estas prácticas: en lo que va de 2025, ocho trabajadores han sido desvinculados tras sumarios administrativos.