La iniciativa es de los diputados Maite Orsini (RD), Alejandra Sepúlveda (FREVS), Gabriel Silber (DC), Gastón Saavedra (PS), Karol Cariola (PC), Gael Yeomans (CS) y Tucapel Jiménez (PPD), quienes enfatizaron que se trata de un proyecto distinto al del Ejecutivo.
Explicaron que distingue según el tamaño de las empresas para así diferenciar a las que necesitan un subsidio de las pueden pagar por sí mismas el aumento. El proyecto del ejecutivo busca llegar a los $350 mil brutos, entregando una subvención estatal a las empresas, independiente de su tamaño.
“En otras palabras, se le facilita a las grandes empresas cubrir los costos de esta medida -pudiendo hacerlo sin el subsidio-, con impuestos costeados por todas las personas”, señala la carta.
La propuesta entregada busca que el sueldo mínimo alcance los $435.536 líquidos ($550.336 bruto) para todas las y los trabajadores, llegando así a la línea de la pobreza, calculada para una familia de cuatro integrantes.
“No se trata entonces de una cifra antojadiza ni de lograr un ‘gran aumento’, se trata de comprender que los estándares bajo los cuales diseñamos las políticas públicas deben ser distintos y que, ahí, superar la línea de la pobreza es el mínimo ético. No puede ser que el trabajo sea sinónimo de pobreza”, indican.
“Tenemos perfecta claridad que la propuesta que aquí hacemos es de un alto costo fiscal, sin embargo, tenemos la convicción de que es el camino correcto por el que Chile debe transitar hacia una sociedad más justa. Nos ponemos, por ello, a disposición para buscar todas las fórmulas de financiamiento que hagan viable lo aquí suscrito”, enfatizan.