“Harley-Davidson debería permanecer 100% en Estados Unidos, con la gente que hizo su éxito”, tuiteó el mandatario, que no oculta su cólera ante la decisión de la mítica marca de motocicletas.
“Yo hice tanto por ustedes y hacen ésto“, lamentó, un poco más de un año después de haber recibido con gran pompa a los directores Harley-Davidson en la Casa Blanca.
“No lo olvidaremos, sus clientes tampoco“, agregó, afirmando que los rivales del grupo de Milwaukee (Wisconsin), deben estar “muy contentos”.
El lunes el grupo estadounidense anunció su intención de desplazar una parte de su producción con el fin de escapar a las tarifas aduaneras instauradas por Bruselas para compensar las fijadas previamente por Washington y evitar trasladar a los clientes el aumento de esas tasas.
Esa decisión es una de las “consecuencias” de la política comercial de Washington, declaró el martes la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom.
Para la empresa, Europa es su segundo mayor mercado, después de Estados Unidos. El año pasado reportó un volumen de ingresos por 521.800 millones de dólares y ganancias por 5.600 millones.
El conflicto comercial con la Unión Europea fue desencadenado por la administración Trump con la imposición de aranceles sobre el acero y el aluminio europeo a inicios de junio.
Además de las motos Harley-Davidson, la UE castigó con medidas arancelarias la importación de numerosos productos estadounidenses; entre ellos el whisky y los blue jeans.