Nuevamente se reportó un episodio de contaminación en la comuna de Quintero, en la Región de Valparaíso. Los jardines infantiles Burbujitas de Sueños y Bambi debieron evacuar a sus estudiantes después de que se detectara la presencia de sulfuro de hidrógeno.

El químico produjo mal olor en los establecimientos y obligó a que un trabajador debiese acudir a un centro asistencial. La empresa sanitaria Esval acudió a la zona para realizar un trabajo de limpieza de fosas.

“Efectivamente tras las mediciones hechas por Bomberos, se detectó presencia de sulfuro de hidrógeno, H2S, en concentraciones que pueden ser perjudiciales para la salud de los funcionarios y los alumnos”, informó el Superintendente de Bomberos en la comuna, Daniel Torres.

“Por tal razón, Bomberos recomendó la evacuación de dicho recinto, bajo una condición preventiva, hasta que se realicen las limpiezas correspondientes a las redes de alcantarillado de los colegios”, añadió.

De manera simultanea, el alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco, informó que 17 alumnos del Colegio Inglés presentaron síntomas como mareos y dolores de cabeza, acusando que en total hay más de sesenta estudiantes afectados.

“La información que tengo a través de mi Departamento de Salud, que trabaja directamente con el hospital, es que partieron 17 niños del Colegio Inglés con los típicos síntomas que presentan cuando los menores tienen estas nubes de gases que llegan”, indicó a Radio Biobío.

“En la mañana eran 17, después cuarenta, pero ahora ya con las jardines infantiles ya estamos pasando los sesenta niños con algunas molestias y espero que no siga subiendo”, advirtió el jefe comunal.

Los hechos ocurren una semana después de que cerca de cien personas de la bahía Quintero-Puchuncaví hayan debido acudir a centros asistenciales por síntomas asociados a intoxicación.

La situación fue asociada a altos niveles de concentración de dióxido de azufre en el aire. Fiscalía está indagando el hecho, mientras que el Gobierno decretó Alerta Sanitaria en la zona y la Superintendencia de Medio Ambiente dispuso una serie de medidas provisionales para las compañías del cordón de la denominada “zona de sacrificio”.