El abogado Felipe Olea relató los hechos que habrían llevado al suicidio por parte de Vanessa Araya Núñez, cuya familia solicitó a la Seremi de Salud de Valparaíso que se realice un proceso de fiscalización en el Hospital Clínico de Viña del Mar por el mal clima laboral al interior de la Unidad de Cuidados Intensivos.
“A fines de abril del año 2021, Vanessa Araya, enfermera universitaria de 29 años, se quita la vida en su domicilio, dejando una carta en donde señala que no aguanta el acoso laboral que le realizan sus compañeros en el Hospital Clínico en la ciudad de Viña del Mar”, comenzó diciendo.
Olea narró a Agencia Aton que el caso se remonta a mediados del 2020, cuando otra enfermera del hospital llamada Florencia Elgueta decidió suicidarse.
“Había sido subida desde el área de Urgencias hacia la UCI. Pero en circunstancias muy extrañas, decidió terminar con su vida. Ante la falta de esta trabajadora que había fallecido, el Hospital Clínico decide que Vanessa Araya debe subir a la UCI Covid. Sin embargo, doña Vanessa Araya no está de acuerdo con este ascenso, no se siente preparada”, informó el jurista.
Y los resquemores de Vanessa se materializaron. “En los 4 o 5 meses que pasa en esta UCI Covid, recibe muy mal trato de sus compañeras de trabajo, le hacen la ‘ley del hielo’, no la consideran, no le dan tiempo para almorzar, no le dejan tiempo de descanso, le esconden las fichas clínicas, entre una serie de problemas”, detalló el abogado.
“Durante este tiempo, le cuenta a la familia que está viviendo esta presión y que le cuesta salir adelante. Empieza a tomar capacitaciones particulares para entender la utilización de algunas máquinas dentro de la UCI, ya que sus compañeros de trabajo no lo hacen”, agregó.
Finalmente, “doña Vanessa Araya decide terminar con su vida. El Hospital Clínico de Viña del Mar saca un comunicado, que a las semanas desaparece de internet. No entendemos por qué lo bajaron”.
“Ahí empieza el revuelo, porque dos enfermeras, Florencia Elgueta y Vanessa Araya, con casi 8 meses de diferencia, terminan con su vida luego de haber pasado por la UCI Covid. ¿Qué pasa en esta UCI Covid? Hace poco, producto de un informe de la Dirección del Trabajo, podemos darnos cuenta que existe un mal clima laboral en esta zona”, se preguntó el abogado.
El representante legal explicó que ya no existe un proceso penal por el fallecimiento. “Lo que hay son acciones de indemnización de perjuicio que se están interponiendo. Y mediante una de ellas fue que se tuvo acceso a esta información, que revela que efectivamente el clima laboral en el Hospital Clínico de Viña del Mar sigue siendo controvertido, ya que no se ofrece las garantías para que las personas estén bien”, consignó.
En ese contexto, la familia de Vanessa Araya entregó una carta al seremi de Salud regional, Mario Parada Lezcano, para conocer si hay un proceso de fiscalización en el hospital. De ser negativa la respuesta, pidieron que inicie dicho procedimiento.
Los denunciantes adjuntaron una copia del mencionado informe de la Dirección del Trabajo (DT), el cual indica en su conclusión que hay “indicios suficientes de una vulneración del derecho a la integridad síquica de una parte importante de los/as trabajadores/as que prestan servicios en la UCI del Hospital Clínico”.
En base al documento de la DT, los familiares advirtieron en la misiva que la situación “deja mucho se ser un hecho puntual”. “Hemos podido corroborar que las vulneraciones a la integridad psíquica de los trabajadores son cuestiones normalizadas en dicho centro asistencial y por lo mismo en virtud de sus facultades fiscalizadoras en razón del decreto 136, del año 2004 que crea el Reglamento Orgánico del Ministerio de Salud, solicitamos formalmente su ayuda”, precisaron.
Además, también pidieron que se impulse “la incorporación de políticas y estrategias orientadas a la prevención, mejoramiento y promoción de la salud mental y la creación de un protocolo para el acoso laboral y casos de hostigamiento dentro de los contextos laborales, en especial en los Centros de Atención de Salud Pública y Privada, a través de proyectos de Ley, participación en comisiones en el parlamento, u otras instancias que permitan la concreción de un plan de prevención y reparación en dichos casos”.
Javiera Araya, una de las hermanas de la enfermera fallecida, señaló que “tenemos el temor fundado de que los abusos dentro del Hospital Clínico continuaron tras el fallecimiento de Vanessa. Un informe de la Dirección del Trabajo así lo ratifica; por lo que nos parece de trascendental importancia que la Seremi disponga una fiscalización en el ámbito de la salud ocupacional de los funcionarios”.