En el marco de ese escenario el sábado 10 de marzo, después de almuerzo, el ex jefe de Justicia recibió habría recibido un correo de Uriarte pidiéndole llegar una hora antes del inicio de la cena oficial que ofrecía La Moneda a las delegaciones extranjeras, a lo que accedió y llegó a las 19:00 horas al ministerio del Interior donde lo aguardaban el titular de la cartera, Mario Fernández, y la convocante.
Según ha relatado el ex ministro de Justicia a su entorno, fue allí cuando le plantearon la necesidad de firmar un decreto de dos artículos que modificaba el status administrativo de Punta Peuco y lo transformaba en un penal para adultos mayores y discapacitados. No se establecía su cierre precisan quienes conocieron el texto del documento.
El viernes 9, y como señaló el propio aludido este miércoles a radio Universo, ningún documento relativo a Punta Peuco llegó a sus manos y se retiró de su oficina dando término a su gestión administrativa, pese a que en la cárcel para militares el personal de Gendarmería estaba esperando la orden.
Volvió a ser requerido por La Moneda el domingo, previo a la última foto del gabinete antes de partir a Valparaíso para la entrega del mando, cita convocada por Uriarte y donde habría estado también la Mandataria.
En su relato a radio Universo, el ex ministro Campos no confirmó la que la cita existió pero sí se puso en el escenario de que hubiera ocurrido con una petición de esas características y que calificó de “improcedente” e “inoportuno” realizar el cierre a horas del cambio de mando, y cuando no había ninguna forma de ejecutar el traslado.
“Jamás lo habría hecho, jamás lo habría firmado puesto que me parece incorrecto, inoportuno estar ejecutando actos en las últimas horas antes que termine el mandato, esas cosas no se hacen, y mi conciencia me lo impide”, dijo, acotando que “sobre reuniones privadas que tengo o que tuve con la Presidenta o cualquier otra autoridad el sábado o el domingo no puedo emitir opinión porque son reuniones privadas”.