Un particular caso se viralizó el pasado miércoles cuando se notificó del fallecimiento de un joven mexicano llamado Julio Macías González, quien en 2016 falleció producto de un “chupón” que recibió de su pareja.
Según se reportó en aquella instancia, el adolescente presentó una serie de fuertes convulsiones. Por ello, sus padres contactaron rápidamente a los servicios de salud, quienes no pudieron salvar la vida del menor.
Investigaciones posteriores determinaron que la muerte de Macías González estaba directamente relacionada con el “chupetón”, puesto que existió una succión de la vena en el cuello, provocando un coágulo que se traslado hasta el cerebro del joven que desencadenó un derrame cerebral.
¿Qué probabilidad existe de morir por un “chupón”?
El hematólogo, académico de la Universidad de Pensilvania y expresidente de la Sociedad Norteamericana de Hematología, Charles Abrams, señaló a Popular Science que los riesgos son bajos, pero existen.
“Podría suceder si los vasos sanguíneos de una persona se rompen durante el mordisco. Pero creo que eso sería bastante difícil de hacer (…) Es más probable que se formen coágulos cuando el flujo de sangre es lento y puede estar relacionado con una variedad de condiciones diferentes”, explicó.
Asimismo, el especialista apuntó a que el riesgo existe en caso de que un coágulo corte la circulación hacia el corazón y el cerebro. “Estoy muy sorprendido de que un chupetón realmente pueda hacer esto. Tiene que ser un trauma real para causar un coágulo arterial, probablemente mucho más significativo que el trauma que se necesita para formar un coágulo en una vena”, cerró.