Hace un par de meses, la industria automotriz sufrió un fuerte golpe debido a la escasez de microchips, crisis que podría volver a repetirse debido al rápido advenimiento de la Inteligencia Artificial (IA) que ya ha afectado a diferentes rubros.

Tras bambalinas del polémico ChatGPT, existen miles de sofisticados y costosos chips electrónicos, los cuales se han convertido en el principal factor de la jaqueca de los gigantes tecnológicos que buscan su puesto en la carrera de la IA, desde Silicon Valley hasta Taiwán.

La IA generativa, la cual ha encontrado buen recibimiento en la mayoría de sus usuarios debido a su capacidad de crear todo tipo de textos generados por solicitud en un lenguaje sencillo, se encuentra a la cabeza de la carrera. Cabe recalcar que la startup OpenAI, responsable del modelo de lenguaje, tiene como principal inversor a Microsoft.

No obstante, Alan Priestley, analista de Gartner, señaló que “el único que gana dinero es NVIDIA”, puesto que pese a que Microsoft ha integrado la IA en muchos servicios en línea, “todavía no ha descubierto cómo generar ingresos adicionales”, señaló.

La producción de la mayoría de los semiconductores utilizados para impulsar modelos de IA a nivel global depende de dos empresas: NVIDIA, para su diseño, y TSMC, para su fabricación.

Por su parte, Jensen Huang, director ejecutivo de NVIDIA, comentó durante una conferencia de analistas celebrada en febrero que “la versatilidad y capacidad de la IA generativa ha desencadenado un sentido de urgencia en las empresas de todo el mundo para desarrollar e implementar estrategias de IA”.

Asimismo, Jack Gold, analista independiente, apuntó a que existe un “gran apetito” por los microchips: “NVIDIA dice que puede suministrar todos los chips que la gente quiere. No estoy seguro de que eso sea tan así”, aseveró.

Con estos antecedentes, la industria automotriz se ve nuevamente amenazada ante la creciente demanda de chips. No obstante, los grupos de la industria no se han pronunciado al respecto.