“Este libro es un compendio de mi vida, una vida que he vivido con intensidad y convicciones, en la que he hecho un poco de todo, desde militar hasta ocupar algunos cargos públicos, y que solo pensé en ponerla por escrito, a través de la ficción, una vez que superé el pudor y el miedo”, cuenta Mariana Schkolnik, (70) economista y escritora, quien acaba de publicar el libro “Las mujeres que me habitan” (Ediciones de la Lumbre, 2025), un volumen que reúne dieciséis cuentos y que ganó la Beca de Escritura y el Fondo de Apoyo a Ediciones del Fondo del Libro y la Lectura.
Magíster en Economía Internacional por la Universidad de Nanterre, en París, Schkolnik fue directora del Instituto Nacional de Estadísticas, consultora de la Organización Internacional de Migraciones, además de ser asesora de diferentes gobiernos de la Concertación hasta el 2010.
“Siempre estuve coqueteando con la escritura, formé parte de diferentes talleres, como el de Jaime Collyer o el de Gonzalo Contreras, pero trabajando como economista no me veía publicando un libro de cuentos. Nunca dejé de tomar notas, incluso como consultora en otros países. Si veía alguna historia que podía ser semilla de un cuento la apuntaba en mi libreta. La mayoría de los textos que aparecen en ‘Las mujeres que me habitan’ son ideas que tienen varios años y que cobraron su forma definitiva una vez que me gané la beca de escritura del Fondart”, cuenta Schkolnik.
Un ejemplo de lo anterior es el cuento “La compañera”, en el que una joven protagonista intenta convencer a una asamblea de campesinos de las bondades de la Reforma Agraria. “Ese cuento es una deuda que saldé con un campesino, un hombre mayor, maravilloso, bello en todo sentido, dulce, al que conocí en su momento, pero de cuyo destino no supe nunca más después del Golpe. Obviamente hay algunas cosas que han sido modificadas en beneficio de la ficción”.

“Hay muchas experiencias familiares, estilos de vida”
Schkolnik explica que también “hay muchas experiencias familiares, estilos de vida, formas de mirar la política que he vaciado en los textos y que creo que pueden ser muy interesantes para los jóvenes que no conocieron ese período tan exaltado y tan duro que fue el Golpe en Chile, lo mismo que las otras dictaduras que irrumpieron en otros países de América Latina, y que e a mí me tocó observar, vivir y participar como una adolescente. Algunos cuentos también beben de lo que fue mi experiencia como asesora de algunos ministros de los gobiernos de la ex Concertación. El cuento ‘La Moneda’ habla de eso, es una sátira, una forma de relatar lo que yo pude advertir de ese mundo, en donde un llamado desde La Moneda podía cambiarte la vida de manera radical”.
La autora ya había publicado en 2022 el libro “Crónicas haitianas”, en donde dejó testimonio de lo que fueron sus dos años (2010-2012) trabajando en Haití como consultora para las Naciones Unidas. “De la experiencia haitiana se colaron dos cuentos que no incluí en el libro anterior porque me pareció que no se correspondían con el tono general. Uno de ellos lleva por nombre ‘El club de los suicidas’, y es el resultado de una sensación general con la que me quedé en el sentido de que toda la gente que iba a trabajar a países como Haití tenían, o teníamos, una cierta vocación suicida”.
La escritura de Las mujeres que me habitan le sirvió para ponerse en el pellejo de diferentes mujeres, incluso algunas que no eran contemporáneas suyas como las que fueron parte de la generación de su madre: “Mujeres que se contentaban con ser lo que se llamaba la mujer detrás del gran hombre. Mi madre debió cumplir ese rol en dos oportunidades y no se le cruzaba por la mente lucirse con su propio brillo, siendo una persona extremadamente inteligente y extremadamente capaz. En ella he sintetizado a todas esas mujeres que se quedaron en la casa y fueron un soporte y musa de sus hombres. Por suerte, eso ha ido cambiando”.
Schkolnik dice que “la literatura me ha dado la posibilidad de ser muchas mujeres y esa también es la invitación al momento de leer estos cuentos: experimentar las diferentes posibilidades de ser mujer, como una forma de abrirnos a otras experiencia, a otras vivencias”.
Actualmente, está trabajando en la edición final de un nuevo libro de cuentos, centrado en lo macabro, y en las primeras líneas de una novela con ciertos guiños autobiográficos.