Momentos de tensión se vivieron durante este miércoles en México, luego de que un grupo de manifestantes derribaran una de las puertas principales del Palacio Nacional, mientras el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), realizaba al interior del lugar su conferencia de prensa matutina.

Las personas, quienes estaban encapuchadas, irrumpieron en el palacio para protestar por la falta de avances en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos el 2014 en Ayotzinapa. 

Tal como captaron diferentes videos difundidos en la televisión local y en redes sociales, los manifestantes tomaron una camioneta perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), e impactaron uno de los accesos del emblemático edificio ubicado en Ciudad de México.

El jefe de Estado se enteró de la situación mientras respondía las preguntas de la prensa, y a la vez, se refirió a los hechos que sucedían en el exterior, tras ser interrogado por los periodistas. 

“No va a escalar; es que lo que quisieran es que nosotros respondiéramos de manera violenta, (pero) nosotros no somos represores. Se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema, lo que quieren es provocar”, señaló el mandatario, según consignó Radio Cooperativa. 

Asimismo, expresó que “ya es un movimiento en contra de nosotros, llevan como una semana que fueron a (la Secretaría de) Gobernación y rompieron vidrios, ayer en la Lotería Nacional, es un plan de provocación, o sea, clarísimo y entonces nosotros no vamos a caer en ninguna provocación”. 

Cabe destacar que los manifestantes protestaron porque acusan que AMLO no ha cumplido su promesa de resolver la desaparición de los 43 estudiantes, caso que ocurrió en septiembre de 2014 en el sureño estado de Guerrero, y que conmocionó al país. 

Por su parte, una Comisión de la Verdad creada por el presidente concluyó que el caso fue un “crimen de Estado”, donde también participó el Ejército. 

En tanto, durante las últimas semanas, los manifestantes han realizado distintas movilizaciones, y López Obrador declaró que no recibirá a los protestantes, ya que próximamente recibirá a las familias de los 43 estudiantes, para “hablar con ellos y mostrar pruebas de cómo se manipuló la investigación”.