Especialistas recomiendan que estos contengan un stock mínimo de insumos y medicamentos para asegurar un paseo sin inconvenientes. Es importante tener claro el lugar de destino, los días de descanso y con quiénes se realizará el paseo. “No es lo mismo viajar con niños, mujeres embarazadas, portadores de enfermedad crónicas o ir a un lugar frío o al Caribe”, dice Franco Utili, urgenciólogo de Clínica Vespucio.
Los preparativos de un viaje de vacaciones implican no solo seleccionar la ropa y, en algunos casos, los víveres que se llevarán. También obliga a armar el botiquín que se transforma a veces en uno de los objetos más preciados.
Los especialistas aconsejan de que estos deberían contener un stock mínimo de insumos y medicamentos para asegurar un paseo sin inconvenientes.
Para empezar a armar un botiquín de viaje completo, es importante tener claro el lugar de destino, los días de descanso y con quiénes se realizará el paseo.
Franco Utili, urgenciólogo de Clínica Vespucio, dice que “no es lo mismo viajar con niños, mujeres embarazadas, portadores de enfermedad crónicas o ir a un lugar frío o al Caribe”.
Para la preparación de este botiquín –añade- se necesita la opinión de un médico que recomiende ciertos elementos para desinfectar una herida, o los medicamentos que es necesario en caso de un resfrío intoxicación o infección.
No obstante, enfatiza en que “es importante tener presente que este sólo sirve para enfermedades leves o emergencias que se pueden tratar fácilmente y ejercer los primeros auxilios de forma eficiente”.
QUÉ NO DEBE FALTAR
Siempre es conveniente estar preparados y tener un dispensario al alcance, por cualquier incidente que se pueda sufrir estando de paseo o también en el hogar, ya que se podrá dar atención inmediata a los miembros de la familia o amigos, antes de ser evaluados por personal de salud.
Franco Utili enumera los medicamentos e insumos que no pueden faltar:
► Analgésicos y antiinflamatorios, tales como diclofenaco, paracetamol e ibuprofeno, entre otros, que sirven para aliviar dolores, golpes y contusiones.
► Antipiréticos: Ayudan al control de la fiebre, tanto en adultos como en niños. Siempre debe tenerse en cuenta el peso de los pacientes para poder recetar la dosis adecuada. Los más comunes son el paracetamol e ibuprofeno.
► Antialérgicos: Se recomiendan cuando se produce una reacción alérgica a algún alimento o picadura de insecto. Los más comunes son la loratadina y la cetirizina.
► Repelentes para insectos: Para prevenir el ataque de los artrópodos. Se debe poner especial atención en países con dengue y zika, en el que el protector debe contener DEET (dietil-meta-toluamida), con concentraciones mayores a 25%. Es recomendable adquirirlos en los países de destino siendo más económicos y en las concentraciones necesarias.
► Antieméticos y sales hidratantes: Sirven para el adecuado control y manejo de vómitos y diarreas. Estos rehidratantes orales se deben disolver en agua, siendo los más conocidos en el comercio el Rehsal 60 y Floralite
► Antisépticos y desinfectantes (jabón, povidona, alcohol): Se utilizan para mantener limpia y libre de infecciones las heridas
► Gasas esterilizadas, vendas y parches: Para limpiar heridas y detener hemorragias
► Algodón.
► Guantes desechables: Se usa para no contaminar las heridas
► Termómetro: Utilizado para medir la temperatura corporal
► Tijeras: Para cortar gasas, vendas y/o ropa del accidentado
CONSULTAR PEDIATRA
Las dosis a usar en niños es recomendable consultarlos con su pediatra.
Es importante incluir los medicamentos de uso habitual de aquellos integrantes que usan medicamentos en forma crónica, como los hipertensos, diabéticos u otras afecciones que requieren uso de medicamentos.
Es necesario llevar también la cantidad suficiente para la duración del viaje, para evitar tener que adquirirlos durante el viaje que, puede a llegar a ser muy engorroso si se viaja al extranjero. Es recomendable llevar una receta médica de su médico tratante en la eventualidad de tener que justificar dichos medicamentos.
Respecto a su conservación es recomendable llevarlos en estuches refrigerados si necesita mantenerse en bajas temperaturas. Por ejemplo, si debe llevar insulina esta debe conservarse refrigerada, para trayectos cortos puede usarse una pequeña nevera (cooler) con paquetes de gel tipo “ice pack”.
Si el trayecto es prolongado (avión por ejemplo) pedirle a la sobrecargo que lo ponga en el refrigerador (recuerde retirarlo una vez llegado a destino).
“A la hora de viajar hay que estar preparados en todos los sentidos y un botiquín es indispensable, es por eso que en las maletas siempre debe existir un espacio para esta herramienta que puede solucionar más de un problema”, remarca el doctor Utili.
Aconseja también dejar el botiquín de primeros auxilios fuera del alcance de los niños y en lugares de fácil acceso en caso de que se necesite de manera urgente.
SECCIÓN: Vida y Estilo
AUTOR: Patricia Schüller G.
FUENTE: La Nación