Partidos de la Nueva Mayoría deben forjar su identidad si quieren nuevas alianzas
Aunque hace un par de meses que quedó claro que la Nueva Mayoría desaparecerá como alianza este domingo cuando el Presidente electo, Sebastián Piñera, asuma el gobierno junto a su gabinete, la travesía que deberán realizar las colectividades que pasarán a ser oposición no será fácil.
En eso coinciden el director Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, y el decano de la facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, quienes consultados por La Nación, sostuvieron que no se les viene un escenario fácil.
“No los veo en una alianza. En primer lugar porque están derrotados política y moralmente tras la elección de 2017; no han hecho el duelo porque éste comienza a partir del 11 de marzo cuando formalmente abandonan el gobierno. Entonces, va a haber recriminaciones, críticas, disputas, divisiones. Vamos a tener un 2018 con una oposición muy enredada donde no veo claridad para enfrentar ese rol, sino más bien la veo fragmentada”, subrayó Marco Moreno.
El académico recalcó que son los partidos con identidad son los que pueden tener poder electoral, y por ello durante este año y parte del 2019 “va a ser difícil pensar en la estructuración de un pacto electoral, porque los partidos van a intentar jugar a ser identificados como entidades propias frente a los ciudadanos”.
Indicó que obstante los acuerdos administrativos a los que puedan llegar las tiendas de centroizquierda por las presidencias de la Cámara y del Senado, éstas deben seguir cuatro pasos para eventualmente lograr una coalición o pacto programático.
“Primero, recuperar la vocación de mayoría que la derrota les arrebató. Segundo, tiene que perfilar un proyecto de país porque no lo tiene ya que lo que presentó con Bachelet fue derrotado, más allá de las reformas estructurales. Tercero, tener claro lo que Chile quiere para que después el país tenga claro lo que la izquierda quiere, y cuáles son las aspiraciones de los chilenos y, cuarto, hay que dejarse de pequeñeces y batallas que no conducen a nada como lo que pasa entre la DC y el PC que demandan esfuerzo político y a la gente no le interesa”.
En opinión del experto, el Frente Amplio no entraría en ese juego, puesto que su discurso es el de marcar la diferencia respecto de lo que fue la Nueva Mayoría para no asociarse a ella, pese a los intentos del Partido Comunista por conquistar al conglomerado que sacó 10 diputados y un senador y a que la DC por su lado se perfilaría como partido bisagra para articular acuerdos con el Gobierno de turno.