El Jefe de Estado recalcó que ese día “definitivamente vivimos algo que nadie anticipó, que nunca había ocurrido” en el que se expresaron las demandas ciudadanas acumuladas en 30 años y una violencia que no tiene parangón.
“No lo vi venir. El país había tenido un tercer trimestre muy positivo en crecimiento, en creación de empleos, en inversión y en mejoría de la calidad de vida”, señaló el
Presidente Sebastián Piñera, al admitir que no se esperaba el
estallido social que cambió bruscamente las prioridades de su agenda y el marco de violencia que esta crisis ha desatado.
En entrevista con el programa “Hoy por Hoy” de la radio española Cadena Ser, el mandatario abordó la situación que ha mantenido en tensión por más de 50 días al país y que le valió una
acusación constitucional por violaciones sistemáticas a los derechos humanos durante las jornadas de manifestaciones pacíficas y desórdenes públicos.
“Definitivamente vivimos algo que nadie anticipó, que nunca había ocurrido”, afirmó el gobernante, añadiendo que lo ocurrido el pasado 18 de octubre
“nunca lo voy a olvidar, se desató una ola de violencia sistemática, profesional, organizada con tecnología punta que buscaba destruirlo todo. Querían incendiar el país”, afirmó.
Indicó que “eso está en estudio por nuestras agencias de inteligencia que debo reconocer que no estuvieron a la altura por lo que las estamos renovando íntegramente. También ha habido mucha información de países amigos que indican que aquí hubo algo no fue casual y que fue deliberado. Definitivamente aquí vimos algo que nunca habíamos visto”.
En su análisis, dijo que pese al progreso del país
“se venía acumulando un malestar, no en el Gobierno que yo presido, sino que venía de gobiernos anteriores. Hubo muchas conductas monopólicas en industrias básicas, y muchos escándalos e irregularidades en el uso de recursos públicos. La gente fue acumulando este malestar y se expresó de repente con mucha fuerza”.
Al respecto, subrayó, “hace casi siete semanas, se dieron dos situaciones simultáneas, pero de muy distinta naturaleza” como la de extrema violencia que describió y “el surgimiento de una demanda muy fuerte de toda la ciudadanía por hacer de Chile un país más justo, más inclusivo, con menos tolerancia a los abusos, con mayor igualdad ante la ley y con mayor respeto por los ciudadanos.
Piñera recalcó que ante los legítimos requerimientos de la ciudadanía su administración “reaccionó con una potente agenda social, haciendo un enorme esfuerzo por escuchar con atención y con humildad lo que la gente nos decía. Y, frente a la violencia desatada, estamos luchando con las armas de la democracia y del Estado de Derecho”, agregó.
DICTADURA Y DDHH
Consultado por las
declaraciones y performance de artistas como Mon Laferte o el colectivo Lastesis que entregan al mundo una imagen casi dictatorial de Chile, Sebastián Piñera contestó que
“cada uno es libre de expresar sus opiniones”.
“
Lastesis es un movimiento feminista que está reivindicando los derechos de las mujeres y tiene todo el derecho a hacerlo. Pero déjeme decirle que Chile es una democracia, nos costó mucho recuperarla, yo luché por ello hace 30 años. En Chile hay democracia, establecimos protocolos del uso de la fuerza que están con los máximos estándares internacionales. ¡Claro que algunas personas cometieron abusos! Y están siendo investigadas y van a ser juzgadas por los tribunales de justicia porque no va a haber impunidad en esta materia”.
Sobre el
estado de emergencia que dio paso a que las Fuerzas Armadas salieran a las calles a controlar y resguardar el orden público frente a los simultáneos incendios de estaciones de metro, de supermercados, saqueos y otros hechos de violencia, el Presidente afirmó que “
tomamos esa medida porque la consideramos indispensable para proteger a los chilenos, pero, como a mí me vino de inmediato el recuerdo del pasado, tomé precauciones”.
“En lo personal, para mí fue extraordinariamente difícil y doloroso; a ningún presidente le gusta tener que recurrir a estados de emergencia, aunque están en la Constitución, pero yo pensé cuál era mi deber como presidente. Esto no es una dictadura, es un Gobierno democrático que recurrió a instrumentos democráticos para enfrentar una violencia brutal”.
Reiteró que llamó a los organismos de derechos humanos chilenos y extranjeros y a la propia alca comisionada de la ONU en la materia, Michelle Bachelet “para pedirles que enviaran misiones de observación a Chile. Le pedí a la Defensoría Pública que se personase para proteger los derechos de los detenidos” e instruyó a Carabineros que realizara los sumarios correspondientes respecto de las denuncias sobre el proceder de sus efectivos.
COP25 A LA DISTANCIA
Requerido acerca de cómo ve el desarrollo de la
COP25 a la distancia, ya que tuvo que suspender su realización en Chile y no viajar a España a participar del evento que culmina este jueves, producto de la crisis que vive el país, el gobernante sostuvo
“es una instancia decisiva, fundamental, no podemos fallar”.
“Aquí, la ciencia ha hablado en forma fuerte y clara y ha dicho que el problema es grave, que no lo estamos enfrentando con la voluntad y la urgencia que se requiere, y que se nos está acabando el tiempo. La juventud, incluyendo a Greta Thunberg, ha hablado con fuerza haciéndonos un llamado moral a que los que tenemos posiciones de liderazgo asumamos nuestras responsabilidades”.
Remarcó que “l
a ciudadanía en todo el mundo está pidiendo que no sigamos con este ritmo lento porque vamos derechos a una catástrofe. Por eso, yo espero de la COP25, podamos pasar de las palabras a la acción”.
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