El expresidente Sebastián Piñera dijo este jueves que firmó el “Compromiso de Santiago” impulsado por el Gobierno para “dar una señal fuerte y clara” con los temas que se plantean en el documento.

Remarcó que no concurrirá al acto en La Moneda por el “clima” de “división” que se ha producido, consignó Emol.

“Yo firmé la carta con ese propósito, dar una señal fuerte y clara de que todos los expresidentes y el Presidente Boric, estamos comprometidos con la democracia, la libertad, el Estado de derecho, los Derechos Humanos y la condena y combate a la violencia”, subrayó.

El exmandatario planteó que “desgraciadamente esta iniciativa de haber hecho un momento de unidad” respecto a la conmemoración de esta fecha “no está ocurriendo”.

Piñera participó de un ciclo de conversaciones en la Universidad Andrés Bello denominado “Chile y los próximos 50 años”.

Durante su intervención, sostuvo que “estamos conmemorando 50 años del doloroso quiebre de nuestra democracia, nunca nos vamos a poner de acuerdo, por qué llegamos a ese momento crítico, hay visiones distintas y no es bueno que alguien quiera imponer una única verdad. Pero sí tenemos que ponernos de acuerdo en ciertos valores básicos”.

En este sentido, manifestó la necesidad de generar compromisos “total y absoluto con la democracia, el Estado de derecho, la Constitución y las leyes, el compromiso total y absoluto con el respeto de los Derechos Humanos y la dignidad de todas las personas en todo tiempo lugar y circunstancia, el compromiso firme y claro con condenar y combatir la violencia. Esos son principios y valores que debieran unirnos”.

“Mi esperanza era que esta conmemoración de los 50 años podía ayudarnos a aprender de las lecciones del pasado. Conmemoramos no para repetir los mismos errores, sino para aprender de esos errores y mejorar nuestros caminos y rutas hacia el futuro”, añadió.

De esta forma, Piñera expresó que “desgraciadamente, como ustedes han visto, esta iniciativa de haber hecho un momento de unidad, como sí lo logro Uruguay, no es lo que está ocurriendo en Chile”.

En esta línea, ejemplificó que “cuando nos dividimos como ocurrió en la Guerra Civil del 91, como ocurrió en ese álgido periodo de la década de los 70, como ocurrió también hace algunos años atrás con el octubrismo, lo único que cosechamos son derrotas y dolores. Esa lección tan fuerte y clara parece que no la hemos aprendido con la suficiente profundidad y fuerza”.