Debido a la polémica originada tras conocerse que el Banco Mundial habría manipulado la información del ranking de competitividad Doing Business para supuestamente perjudicar al gobierno de Michelle Bachelet, surgieron rápidamente una serie de expresiones y críticas, especialmente en redes sociales, manifestando que esta situación influyó en las pasadas elecciones presidenciales.
Por ejemplo, líderes de opinión como el sociólogo Manuel Guerrero, quien a través de su cuenta Twitter escribió que “en EEUU causa escándalo sospecha que Rusia habría intervenido en sus elecciones presidenciales. Lo que ha hecho el Banco Mundial -alterar por sesgo político ranking de competitividad de Chile en desmedro de Bachelet y a favor de Piñera- debe considerarse intervencionismo también” o la psicóloga Kena Lorenzini, quien también por la misma vía opinó que: “Piñera manipuló encuestas, Piñera manipuló al Banco Mundial. Estas elecciones no son válidas, basta de aguantar todo… ABOGADXS, debemos impugnar estas elecciones por #FraudeElectoral”.
El analista político y académico de la Universidad Mayor, Germán Silva, manifestó a La Nación que “creo que directamente, no. Lo que pasa es que este es un índice importante… por lo tanto, cuando se va generando una cierta decepción de que la inversión está más lenta o de que el país está bajando en competitividad, eso genera un factor que crea una percepción de un gobierno o de quien lo representa. Pero, el decir que este índice pudo tener una repercusión muy relevante, es sobredimensionar el hecho”.
Para el analista “este es un tema netamente político… Tengo la impresión que el año pasado la inversión, no solo extranjera, sino que también chilena, estuvo paralizada a la espera del cambio de gobierno. Ahora, lo que está haciendo el gobierno de Bachelet es dejar instalado el tema y realizar una crítica bien dura, incluso la Presidenta intervino mostrando claramente su molestia. Vamos a ver cómo Piñera asume un tema que va a ser una papita caliente”.
Una opinión similar tiene el académico y director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien declaró a La Nación que la polémica del Banco Mundial “va a afectar a Piñera en la medida en que nomine a potenciales ministros o subsecretarios ligados a este escándalo. Probablemente, Piñera ya tenía definido su gabinete, pero este evento pudo hacer variar sus decisiones iniciales”.
Aclaró, eso sí, que “no va a afectar la confianza de sus electores, quienes lo votaron para recuperar la economía más allá de los indicadores internacionales”.
Es por eso que para el analista, este hecho “de ninguna manera explica el resultado de las elecciones. Imaginar algo así es suponer que los electores toman como base los informes del Banco Mundial para tomar sus decisiones electorales. La desaceleración económica fue una cuestión objetiva que nada tuvo que ver con el informe. A eso se sumó un mal candidato y un gobierno deteriorado en la opinión pública donde, además, se vio involucrada a la familia presidencial en actos irregulares”.
Por ejemplo, líderes de opinión como el sociólogo Manuel Guerrero, quien a través de su cuenta Twitter escribió que “en EEUU causa escándalo sospecha que Rusia habría intervenido en sus elecciones presidenciales. Lo que ha hecho el Banco Mundial -alterar por sesgo político ranking de competitividad de Chile en desmedro de Bachelet y a favor de Piñera- debe considerarse intervencionismo también” o la psicóloga Kena Lorenzini, quien también por la misma vía opinó que: “Piñera manipuló encuestas, Piñera manipuló al Banco Mundial. Estas elecciones no son válidas, basta de aguantar todo… ABOGADXS, debemos impugnar estas elecciones por #FraudeElectoral”.
https://twitter.com/KenaLorenziniL/status/952195360000274434 Pero, ¿es posible que la información surgida desde el Banco Mundial haya tenido alguna injerencia en las últimas votaciones? ¿O solo es una excusa de quiénes aún están golpeados con el triunfo de Sebastián Piñera?En EEUU causa escándalo sospecha que Rusia habría intervenido en sus elecciones presidenciales. Lo que ha hecho el Banco Mundial -alterar por sesgo político ranking de competitividad de Chile en desmedro de Bachelet y a favor de Piñera- debe considerarse intervencionismo también. https://t.co/98nryzEE19
— Manuel Guerrero Antequera (@manuel_guerrero) January 13, 2018
El analista político y académico de la Universidad Mayor, Germán Silva, manifestó a La Nación que “creo que directamente, no. Lo que pasa es que este es un índice importante… por lo tanto, cuando se va generando una cierta decepción de que la inversión está más lenta o de que el país está bajando en competitividad, eso genera un factor que crea una percepción de un gobierno o de quien lo representa. Pero, el decir que este índice pudo tener una repercusión muy relevante, es sobredimensionar el hecho”.
Para el analista “este es un tema netamente político… Tengo la impresión que el año pasado la inversión, no solo extranjera, sino que también chilena, estuvo paralizada a la espera del cambio de gobierno. Ahora, lo que está haciendo el gobierno de Bachelet es dejar instalado el tema y realizar una crítica bien dura, incluso la Presidenta intervino mostrando claramente su molestia. Vamos a ver cómo Piñera asume un tema que va a ser una papita caliente”.
REPERCUCIONES EN EL FUTURO GABINETE
Entonces, ¿es posible que este hecho afecto el futuro gobierno de Piñera? “Primero hay que despejar cuál fue la razón del cambio metodológico del ranking y ver cuánta intencionalidad hubo de perjudicar al gobierno de Bachelet. Respecto a Piñera, lo que lo podría perjudicar es que haya gente que esté relacionado con él metido en este tema. (Cristián) Larroulet ya lo desmintió categóricamente. Ahora, Felipe Larraín forma parte del consejo consultivo del índice del Banco Mundial. No digo que él tenga responsabilidad, pero de alguna manera igual le raya un poco la pintura a Piñera, porque entiendo que tiene altas posibilidades de ser canciller”, agregó Silva.Una opinión similar tiene el académico y director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien declaró a La Nación que la polémica del Banco Mundial “va a afectar a Piñera en la medida en que nomine a potenciales ministros o subsecretarios ligados a este escándalo. Probablemente, Piñera ya tenía definido su gabinete, pero este evento pudo hacer variar sus decisiones iniciales”.
Aclaró, eso sí, que “no va a afectar la confianza de sus electores, quienes lo votaron para recuperar la economía más allá de los indicadores internacionales”.
Es por eso que para el analista, este hecho “de ninguna manera explica el resultado de las elecciones. Imaginar algo así es suponer que los electores toman como base los informes del Banco Mundial para tomar sus decisiones electorales. La desaceleración económica fue una cuestión objetiva que nada tuvo que ver con el informe. A eso se sumó un mal candidato y un gobierno deteriorado en la opinión pública donde, además, se vio involucrada a la familia presidencial en actos irregulares”.
