Ante eso, el presidente de la entidad, Iván Aróstica, responde los cuestionamientos -en entrevista con El Mercurio “Llamaría a no precipitarse a presentar proyectos de reforma porque hay una norma que se cayó“.
“Esto no es nuevo. Es nuevo en Chile, pero a nivel internacional es un tema recurrente que todos los tribunales constitucionales, o los equivalentes, tienen que estar prestos a sufrir ese tipo de críticas. Porque el poder que se les entrega a estos órganos es declarar que una ley, o un proyecto de ley, es nada menos que contrario a la Constitución. Entonces, uno tiene que estar consciente de que es posible que se genere el disgusto de los parlamentarios”, sostiene Aróstica.
Y agrega: “Los países institucionalmente maduros admiten que la voluntad si bien es soberana y mayoritaria, puede equivocarse y ser contraria a la Constitución. Por muchas buenas intenciones que se tengan a la hora de legislar, hay que resguardar la estabilidad constitucional del país“.
Consultado sobre si está de acuerdo con ex autoridades que han dicho que el TC es un órgano contramayoritario. Ante eso, dice: “El Tribunal Constitucional no es ni contramayoritario ni promayoritario. Nosotros lo que vemos es si la sustancia o lo material está conforme con la Constitución. No es un parámetro muy adecuado, más allá de ser una expresión, eso de contramayoritario. Nosotros estamos en otro plano: en el resguardo de la Constitución y el Estado de Derecho”.
Respecto al controversial artículo 63, Aróstica señala que “yo vería, con el paso del tiempo, si se produjo o no una distorsión; veamos quién tenía razón, si efectivamente con esto el lucro va a venir de todas partes”.
Frente a las propuestas para modificar el TC, el presidente del TC sostiene que “necesario o indispensable para que siga funcionando la democracia no lo veo”.
“En Chile es importante tomar conciencia de una institucionalidad ya madura, que vivimos una democracia constitucional, no en una democracia así no más. Nosotros tenemos que revisar, la discusión está en si podemos ir más allá. Pero los mismos congresistas entienden que esas leyes tienen que pasar por el TC, porque lo han acordado así”, añade.