Gaspar Rivas, diputado del Partido de la Gente (PDG), comunicó públicamente que padece de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

El parlamentario hizo noticia esta semana por insultar duramente a sus pares de bancada, Yovana Ahumada y Víctor Pino, tras intentar sacarlo de la Comisión de Personas Mayores luego de que se mostrara en contra de censurar a la presidenta de la misma, Carolina Marzán (PPD).

Según detalló Radio Biobío, el legislador aludió al episodio ocurrido mediante un comunicado donde explicó su condición, y agregó que la diputada María Luisa Cordero le habría indicado que aparentemente padecería también de síndrome de Tourette.

“Yo estoy diagnosticado desde el año 2003 por una médico psiquiatra de Los Andes. Desde esa época estoy tomando fármacos antidepresivos para subir mis niveles de serotonina y el nivel de corteza cerebral”, remarcó Rivas.

Y añadió que “una vez en el Parlamento, este año 2022, yo pude compartir con la doctora Cordero, quien es médico psiquiatra y ella pudo darse cuenta (y) percibir efectivamente -a través de mi comportamiento- que yo evidenciaba rasgos de TOC”.

“El devenir diario en la Cámara nos llevó un día a entablar una conversación. Yo tuve por lo menos un par de entrevistas, decisiones -por así decirlo- con ella, que muy amablemente dijo ‘yo quiero conversar contigo, Gaspar’, y reconfirmó el diagnóstico de TOC, también con un cuadro asociado -y bastante típico dentro del TOC- de depresión”, añadió.

Y sostuvo que “luego del lamentable episodio del martes pasado en la Comisión de Adultos Mayores de la Cámara, ella se me acercó y me dijo que desde su punto de vista, su diagnóstico clínico, consideraba que yo, además de la depresión y el TOC, tenía un cuadro del síndrome de Gilles de Tourette”.

Rivas expuso que dicho síndrome “es una condición que hace que la persona, en ciertos estados de ánimo, se exprese a través de palabras de grueso calibre”.

“Y es efectivo, normalmente yo, ante situaciones de ansiedad, muchas veces expreso mi ansiedad, mi molestia a través de palabras groseras o epítetos”, aseguró.

“Eso, aparentemente y según lo que dice la doctora María Luisa Cordero, sería una condición inherente mía y tengo que aprender a controlarla y convivir con ella, puesto que normalmente este tipo de condiciones psicológicas -como en este caso lo que ella dice del síndrome de Gilles de Tourette- pueden controlarse, pero es muy difícil eliminarlas”, acotó el diputado.