El Kremlin advirtió este viernes del “peligro inminente” que supuso para la seguridad del territorio ruso el interés que mostraba Estonia por albergar aviones de combate capaces de lanzar armas nucleares.
“Desafortunadamente, los líderes de los países bálticos expresaban muchos pensamientos absurdos”, había afeado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en una entrevista para medios rusos que recogía la agencia Interfax.
Peskov señaló que la situación era todavía más compleja debido a la “prácticamente” nula relación que Rusia mantenía con las repúblicas bálticas, como consecuencia del conflicto aún abierto en Ucrania.
Las advertencias del Kremlin llegaron después de que el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, afirmara su predisposición a acoger en los hangares del país bombarderos de la OTAN capaces de transportar armas nucleares.
Los cazas F-35 ya habían estado en Estonia y pronto volverían a proteger el espacio aéreo del país. Si algunos de ellos, independientemente de su país de origen, tenían la capacidad de portar armas nucleares, eso no afectaba la postura estonia sobre aceptarlos. Estaban dispuestos a recibir a sus aliados, dijo entonces el ministro.
Sus palabras se relacionaron con el anuncio que había hecho el Gobierno británico en esos días, con motivo de la cumbre de la OTAN, de comprar a Estados Unidos una docena de ese tipo de aviones de combate, capaces de transportar tanto armas convencionales como bombas nucleares tácticas.