Barry Bennell, de 63 años, que fue entrenador del equipo de cuarta división Crewe Alexandra, y que tuvo relación profesional con el Manchester City y el Stoke City, ambos de primera división, admitió los delitos en una comparecencia por video ante un tribunal de Liverpool.
El antiguo ojeador fue denunciado por 12 antiguos pupilos que sufrieron presuntamente sus abusos sexuales entre 1979 y 1991, cuando los muchachos tenían entre 8 y 15 años.
Se espera que el juicio por este caso que sacudió los cimientos del fútbol inglés dure unas ocho semanas.
Un antiguo profesional llamado Andy Woodward, hoy de 43 años, que jugó en el Sheffield United, abrió el camino a muchas otras víctimas al revelar en noviembre de 2016 los abusos que sufrió de Barry Bennell.