El Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami dijo no obstante en su boletín de la mañana de este miércoles que Willa puede aún provocar fuertes precipitaciones en el centro-oeste y norte de México.
Pero se espera que Willa, con vientos de 55 km/h con rachas más fuertes, se disipe en la tarde.
Antes de debilitarse, el meteoro azotó los estados de Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco y Zacatecas, así como las Islas Marías, donde hay una cárcel federal con unos 1.000 reos, según la prensa mexicana.
El suelo está saturado por las lluvias y “podría haber deslaves, deslizamientos de laderas, desbordamiento de ríos y arroyos o afectaciones en caminos”, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN).
El jefe de Protección Civil de la secretaría de Gobernación (Interior), Luis Felipe Puente, había informado de la “evacuación preventiva en las zonas de alto riesgo y en los destinos turísticos. Se ha evacuado a más de 4.250 personas ubicadas ya en 58 refugios temporales”.
Puente dijo que “no tenemos reportes de afectaciones” en las Islas Marías, rodeadas de tiburones.
En un refugio anticiclónico de la comunidad de Escuinapa se albergaron unas 2.500 personas, la mayoría de pequeños poblados cercanos dedicados a la pesca y donde las viviendas son de materiales frágiles.
“Por lo pronto nos atienden bien, quién sabe después, quizá escasee el alimento, ojalá esto sea rápido ya para volver a la casa”, dije Epigmenio Cárdenas, un agricultor de 44 años que llegó al albergue.
A él, como a muchos otros pobladores, le preocupa haber abandonado sus escasas pertenencias. “Uno se siente mal de dejar todo pero uno no puede hacer nada contra la naturaleza”, agregó con una de sus nietas en brazos.
En septiembre, amplias zonas del Pacífico mexicano fueron afectadas por intensas lluvias que dejaron al menos 15 muertos.
A ese saldo se sumaron la semana pasada otras 11 víctimas -entre ellas, siete menores- por inundaciones en Oaxaca, en la costa del Pacífico sur.