Brasil sumó 2.595 muertos por Covid-19, totalizando 82.266 en el mes de abril, un segundo récord mensual consecutivo desde el inicio de la pandemia. La marca ampliamente a la realidad de marzo (66.573 fallecimientos), y refleja la virulencia de la segunda ola de esta enfermedad que ya dejó 403.781 víctimas fatales.
El gigante sudamericano es el segundo país con más óbitos por coronavirus, detrás de Estados Unidos (más de 575.000). En números relativos es el que más muertos registra en el continente (192 cada 100.000 habitantes) y superó esta semana a Reino Unido (188/100.000), aunque permanece por debajo de Italia (200), Bélgica (209) y varios países del este de Europa.
Expertos atribuyen este escenario a una combinación de factores, como la flexibilización del aislamiento social durante las fiestas de fin de año y el verano, las nuevas variantes más contagiosas, la demora para asegurarse suficientes vacunas y la falta de una coordinación nacional con un mensaje unificado de combate frente al virus.
En tanto, una comisión parlamentaria fue instalada la semana pasada en el Senado para investigar la gestión de la crisis por parte de Jair Bolsonaro y su gobierno, en el cual se sucedieron cuatro ministros de Salud desde el inicio de la pandemia mundial.
Desde sus inicios, Bolsonaro se opuso a las medidas de aislamiento social, debido a su impacto económico; rechazó igualmente el uso de mascarillas; cuestionó la eficacia de las vacunas y preconizó remedios como la hidroxicloroquina, sin eficacia comprobada contra el virus.
