Por más de cuatro horas la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, se reunió este martes con los padres de Tomás Bravo, menor que fue encontrado muerto el pasado 28 de febrero en el sector Caripilún, en las cercanías de Arauco, tras nueve días de búsqueda.

El encuentro trató respecto a los alcances del informe del Servicio Médico Legal (SML), respecto a la muerte del niño, informe que fue filtrado a la prensa la semana pasada y que indicó que el pequeño murió de “hipotermia e inanición”, y que fue nuevamente calificado por Cartagena como “apresurado”.

“El Servicio Médico Legal hizo llegar a mi correo electrónico un informe de autopsia, específicamente le confirmo que da una data de muerte. Efectivamente, en él se habla de ciertas circunstancias que para qué las voy a repetir si ya se filtraron. O sea lo que se filtró es efectivamente lo que dice ese informe”, sostuvo la fiscal, quien calificó de “grave” la filtración de la información.

La persecutora detalló que existe más de una causa de muerte que está siendo investigada medicamente, señalando que “las conclusiones del Servicio Médico Legal proponen una, que a mí me parece que la propone de manera precipitada, desde el punto de vista que creo que faltan cuestiones que efectivamente estamos haciendo y que debieron tener en cuenta”.

Asimismo, Cartagena confirmó que la arista del posible secuestro del menor aún está abierta dentro de la investigación, y reconoció que el trabajo investigativo ha “tenido algunas dificultades y lo que queda es superarlas”.

Este martes además se conoció la intención de la familia del pequeño sobre una posible inhabilitación del fiscal jefe de Arauco, José Ortiz, en el marco de la investigación, posibilidad que fue rechazada por Cartagena ya que, a pesar de sostener procedimientos en contra de la familia materna de Tomás, el fiscal no tendría causal de inhabilidad.