En una entrevista que dio al diario estadounidense The Washington Post publicada el sábado, el líder opositor admitió que pensó que dicha acción iba a generar una oleada de deserciones en los miembros de la Fuerza Armada Nacional y con ello lograr que dimitiera la administración chavista.
Sin embargo, este llamado no produjo deserciones masivas, aplazando una vez más el anhelo del pueblo de terminar con el actual gobierno de Miraflores.
Consultado sobre qué haría en caso de que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, le ofreciera una intervención en Venezuela, Guaidó respondió que le diría: “Querido amigo, John Bolton, gracias por toda la ayuda que ha brindado a esta causa. Gracias por la opción, la evaluaremos y probablemente la consideraremos en el Parlamento para resolver esta crisis. Y si es necesario, tal vez la aprobemos”.
En este sentido, Guaidó habló sobre una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, en el marco de la última escalada de tensión en la nación caribeña. “Estamos evaluando todas las opciones. Es bueno saber que aliados importantes como Estados Unidos también están evaluando estas opciones”.
Subrayó que “eso nos da la tranquilidad de que si necesitamos cooperación, sepamos que vamos a poder encontrarla”.
El jefe de la Asamblea Nacional recalcó que “sentarse con Maduro no es una opción”, señaló en relación a la consulta si existía la opción de una mesa de negociación entre ambas partes. “Eso ocurrió en 2014, en 2016, en 2017… El fin de la usurpación es una condición previa para cualquier diálogo posible”, aseveró.
MADURO TIENE MIEDO
Asimismo, el cabecilla de la oposición, quien liberó mediante decreto supremo y la ayuda de militares al opositor Leopoldo López, quien se mantiene en calidad de huésped en la embajada de España, afirmó que Maduro no ha ordenado su arresto porque “tiene miedo” y que por eso puede seguir con el movimiento para derrocarlo.La crisis venezolana se agravó el 10 de enero, cuando Maduro inició un segundo mandato que ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional reconocen porque consideran que las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo fueron un fraude.
El 23 de ese mismo mes el presidente de turno de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela.