La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff (2011-2016), fue ingresada el lunes por la noche en un hospital en la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, después de sentirse indispuesta mientras participaba en una videoconferencia para la prensa local.
Rousseff fue sometida a una serie de pruebas y análisis a lo largo de la noche y está previsto que deje el Hospital Moinhos do Vento a lo largo de este martes, informa el periódico ‘O Globo’.
Después del encuentro virtual, Miguel Rossetto, quien ocupó las carteras de Trabajo y de Desarrollo Rural, entre otras, durante el gobierno de Rousseff, se acercó a su domicilio y desde ahí decidieron ir al hospital para realizar unas pruebas y aclarar que no era nada importante, cuenta el Partido de los Trabajadores (PT) en un comunicado.
“Ella sigue en observación. Hizo las pruebas y los resultados han sido buenos”, cierra el escrito del PT.
Rousseff, quien no ha ostentado cargo público desde que dejó el sillón presidencial de manera abrupta a través de un juicio político al ser acusada de romper las leyes presupuestarias, ha estado muy activa durante la pandemia, participando en encuentros virtuales con la prensa, simpatizantes y el partido.
