Trabajadores se acogieron al piso de la negociación, acusando intransigencia de la empresa, reemplazos ilegales y mala fe en el proceso. “Esta huelga termina sin acuerdo y con un gran triunfo para nosotros: abrir el debate sobre las extensas jornadas en los medios de comunicación, la precariedad y la explotación, sustentada en el mal uso del artículo 22 del Código del Trabajo”, señaló el sindicato.
Por quince días se prolongó la huelga del sindicato de radio Biobío, que este lunes concluyó sin acuerdo con la empresa, según informaron los trabajadores. Las personas sindicalizadas afirmaron que recién después de 12 días lograron reunirse con representantes de la emisora, quienes manifestaron que los hermanos Mosciatti “no iban a ceder en ningún punto”.
“Podríamos estar dos semanas o 6 semanas en huelga y el resultado sería el mismo”, afirmó el sindicato, que lamentó la intransigencia de la emisora y acusó mala fe en el proceso de negociación, además de repudiar los reemplazos en la huelga, constatados por la Inspección del Trabajo.
Los trabajadores detallaron que de forma unánime resolvieron “rechazar la oferta del empleador y acogerse al piso de la negociación, por lo tanto, se pone término a la huelga legal y las personas retornan a sus labores a partir del día 15 de octubre de 2019, en los turnos que corresponden”.
De esta forma, según explicó el sindicato, “la empresa tendrá que negociar en 18 meses más y no en tres años, como era su intención. Lamentablemente las cláusulas ofrecidas inicialmente, nunca aceptadas por la asamblea, se aplicarán como contrato colectivo, al ser el piso de esta negociación”.
“Esta huelga termina sin acuerdo y con un gran triunfo para nosotros: abrir el debate sobre las extensas jornadas en los medios de comunicación, la precariedad y la explotación, sustentada en el mal uso del artículo 22 del Código del Trabajo”, señaló el sindicato.
La organización valoró también que “en un año y medio la empresa tendrá que negociar nuevamente, no sólo reajustes y mejores condiciones, sino que lo medular de este proceso, que es regular la jornada laboral y compensar adecuadamente las extenuantes jornadas, que en Biobío promedian las 60 a 65 horas a la semana”.
“Queremos, sinceramente, que la familia Mosciatti entienda que este sindicato llegó para quedarse, porque lograr jornadas más humanas, menos precarias y bien retribuidas es un imperativo ético y moral, de todos y todas. No queremos más colegas con problemas de ansiedad o depresión, como ocurre actualmente por el agobio laboral. Nos apena y frustra ser una empresa donde estamos empujando a trabajadores y trabajadoras, sobre todo jóvenes, a licencias médicas porque no logran, porque no pueden, conciliar la vida laboral con la familia, las amistades, el deporte, la recreación. Incluso el descanso”, añadieron los y las trabajadoras que se mantuvieron en huelga, la primera en la historia de Biobío, desde el lunes 30 de septiembre.