Sigue la tensión con respecto al bullado caso de Krystsyna Tsimanouskaya, atleta bielorrusa que formuló una petición de asilo en plenos Juegos Olímpicos por miedo a represalias cuando retorne a su país. Ahora fue Estados Unidos el que sacó la voz para condenar la actitud que está tomando el régimen de Alexander Lukashenko.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, acusó este martes a Bielorrusia de cometer un “intolerable acto de represión” contra la deportista, quien denunció el domingo que las autoridades de su país intentaban obligarla a abandonar Japón contra su voluntad.
“El régimen de (Alexander) Lukashenko busca cometer otro acto de represión transnacional”, comentó el jefe de la diplomacia estadounidense. Blinken emplazó a Minsk de “tratar de forzar” la salida de Tsimanouskaya de territorio japonés.
Siguiendo con sus descargos, la autoridad estadounidense lamentó la férrea postura del Gobierno bielorruso, que estaría tomando represalias contra la atleta por “simplemente ejercer su derecho a la libertad de expresión”. Tsimanouskaya había criticado públicamente a la federación de su país por obligarla a competir en el relevo 4×400, una prueba para la que no había entrenado.
“Estas acciones violan el espíritu olímpico, son una afrenta para los derechos más básicos y no pueden ser toleradas“, concluyó.
