El ámbito empresarial y artístico de Estados Unidos atraviesa una fuerte conmoción tras el escándalo protagonizado durante una kiss cam en el concierto de Coldplay en Massachusetts. Andy Byron, CEO de la firma tecnológica Astronomer y conocido por mantener un perfil reservado, fue captado por una de las cámaras del evento y apareció en la pantalla gigante abrazando a una mujer que no era su esposa.
La esposa de Byron, Megan Kerrigan Byron —quien adoptó el apellido de su marido, como es común en EEUU— se ha convertido en el foco de atención mediática al ser identificada como la víctima del adulterio. La difusión masiva de las imágenes que evidencian al empresario “in fraganti” dio la vuelta al mundo, amplificando la repercusión del episodio.
Según el medio Newsweek, Megan Kerrigan Byron y Andy Byron —quien asumió la dirección ejecutiva de Astronomer en julio de 2023, empresa valorada en más de 1.300 millones de dólares— viven en Nueva York y tienen dos hijos. Ambos habían mantenido siempre un bajo perfil público, sin participación activa en redes sociales.
Tras el registro en la kiss cam junto a otra mujer, Megan eliminó el apellido “Byron” de sus redes sociales, gesto que fue interpretado como un quiebre con el empresario. Posteriormente, desactivó su cuenta de Facebook, donde compartía esporádicamente imágenes familiares.
El episodio ocurrió durante un show en el Gillette Stadium de Boston, donde Chris Martin, vocalista de Coldplay, hizo bromas en torno a la dinámica de la kiss cam. Esta consiste en enfocar a una pareja del público para que se besen ante miles de asistentes. En esta ocasión, al aparecer un hombre y una mujer abrazados, ambos se separaron abruptamente al verse en la pantalla gigante.
“Oh, miren a estos dos”, comentó Martin, mientras la cámara mostraba a la pareja. “Está bien, vamos, está bien. O están teniendo una aventura o simplemente son muy tímidos”, añadió el cantante británico, ante la reacción incómoda de los involucrados.
El público identificó posteriormente al hombre como Andy Byron y a la mujer como Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma empresa. Las imágenes rápidamente se viralizaron, y los mensajes de apoyo hacia la esposa de Byron no se hicieron esperar.
“Realmente espero que si ella ve todo esto y es nuevo para ella, esté rodeada de personas que realmente la amen y la apoyen para ayudarla a superar esto”, escribió un usuario citado por Newsweek. Otro comentó: “Esto es tan incorrecto y tan hiriente”.
El video generó además un debate sobre los límites de la privacidad en eventos masivos y el uso de tecnologías de vigilancia. Algunos usuarios reflexionaron sobre los riesgos de la exposición pública, el reconocimiento facial en tiempo real y el impacto emocional que puede causar en personas ajenas a la atención mediática.
Hasta ahora, ni Andy ni Megan Byron han emitido declaraciones públicas, pero el caso abre preguntas en torno a la ética profesional, la frontera entre lo íntimo y lo público, y los posibles efectos en la reputación corporativa.