Los precios mundiales de los alimentos básicos se dispararon en enero a su nivel más alto desde julio de 2014, impulsados por el aumento de los precios de cereales, aceites y azúcar, anunció este juevesla Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que sigue la evolución mensual de los precios internacionales de los alimentos más vendidos (azúcar, aceites, cereales, productos lácteos, carne), alcanzó una media de 113,3 puntos en enero, un 4,3% más que en diciembre de 2020, en su nivel más alto desde julio de 2014.
El azúcar fue el producto que más subió de precio en enero, 8,1% con respecto a diciembre, debido a factores climáticos, a la “preocupación por el suministro” y al aumento de los precios del petróleo y del real brasileño.
En cuanto a los cereales, el precio subió 7%, impulsado por el aumento de los precios del maíz.
Esta alza se debe tanto al enorme apetito de China como a la disminución de la oferta mundial, con la suspensión temporal de las exportaciones de Argentina, entre otros.
Los precios del trigo subieron 6,8% en enero, después de que el mayor exportador del mundo, Rusia, decidiera duplicar su impuesto a la exportación en marzo, reduciendo así las ventas.
El arroz también mostró una tendencia al alza debido a la fuerte demanda de los compradores asiáticos y africanos.
En cuanto a los aceites vegetales, el aumento mensual ascendió a 5,8%, su nivel más alto desde mayo de 2012.
Esto se debió a “una producción de aceite de palma inferior a la esperada en Indonesia y Malasia debido a las fuertes lluvias y a la escasez de mano de obra extranjera, así como a las prolongadas huelgas en Argentina”.
El índice de precios de la carne también subió un 1% respecto a diciembre debido a “las fuertes importaciones mundiales de carne de ave, en particular de Brasil”, mientras que “los brotes de gripe aviar limitaron la producción y las exportaciones en varios países europeos”.