Esta declaración saudí se produce después de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara el sábado con un “castigo severo” a Riad en caso de que esté implicado en el caso Khashoggi.
“El Reino afirma que rechaza íntegramente cualquier amenaza o intento de debilitarlo, a través de amenazas de sanciones económicas o mediante presiones políticas”, declaró un responsable que pidió el anonimato, citado por la agencia oficial SPA.
El responsable dijo que Riad “replicará a cualquier medida con una aún mayor”, y recordó que la superpotencia petrolera saudí “desempeña un vital y efectivo rol en la economía mundial”.
Jamal Khashoggi, editorialista crítico con el poder de Riad y colaborador entre otros del diario The Washington Post, fue el 2 de octubre al consulado saudita de Ankara para obtener un documento necesario para su futuro matrimonio.
Cuatro días después, responsables turcos citados por la prensa afirmaron que fue asesinado dentro del edificio, unas acusaciones calificadas rápidamente de “infundadas” por Arabia Saudita, y que llegan a pocos días de la gran cumbre económica que se organiza en Riad entre el 23 y el 25 de octubre.