Un especial testimonio compartió la astronauta de la NASA, Nichole Ayers, quien relató su experiencia luego de llegar recientemente a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Según consignó Radio Cooperativa, Ayers, a una distancia de 400 kilómetros sobre la Tierra, participó mediante una conexión en el evento New Space & Solutions 2025, el cual se realiza en Sevilla, España, y respondió a una serie de preguntas del responsable de la NASA, Dylan Mathis.
La piloto reconoció que fue “increíble” sentir cómo “la Tierra se iba alejando”, y subrayó que una de las cosas que más llama la atención es que “impacta ver que no hay fronteras”.
“Una de las cosas más importantes es que no hay fronteras, es una sola humanidad. No se puede decir donde acaba un estado y empieza el siguiente”, manifestó Ayers.
También, resaltó la “emoción” existente en la EEI, e indicó que los recién llegados están enfocados en “aprender trucos y consejos” para mantenerse en la estación, en una experiencia que según sus palabras, “te cambia la vida”.
Respecto a su rutina, detalló que luego de despertar hacen dos horas y media de ejercicio para los huesos y la masa muscular. Posteriormente, llevan a cabo trabajos de mantenimiento, compaginando esta labor con más de 200 experimentos científicos y con “disfrutar de esta vista maravillosa”.
A la vez, señaló que entre sus diferentes objetivos, una tarea será comprobar cómo reacciona el cuerpo en distintas situaciones de estimulación muscular, el funcionamiento de los elementos en microgravedad, estudiar los cartílagos y hacer pruebas de resistencia, entre otras cosas. “Tenemos que probar cosas y solucionar lo que no funciona”, dijo.
La astronauta contó que la Estación “está muy avanzada” y que tienen internet, algo que les permite enviar invitaciones para mantener videollamadas “como de FaceTime” con sus familiares, y describió a la EEI como “un gran banco de pruebas”, pensando en viajar a la Luna o a Marte.
Cabe destacar que esta conexión con Ayers ocurrió después de que la misión Crew-10 de SpaceX se acoplara con éxito a la EEI, con el objetivo de relevar a cuatro astronautas, entre los que se encuentran Suni Williams y Butch Wilmore, quienes llevan más de nueve meses varados.