En el partido en que el Santos Laguna se impuso por 2-0 a Juárez, se vivió un tenso momento que tuvo como protagonista a Diego Valdés y a su entrenador Guillermo Almada. Todo empezó cuando corría el minuto 73 de partido, cuando el chileno fue sustituido por Alessio Da Cruz.

Al volante criollo no le gustó nada la decisión que tomó su entrenador, por lo que apenas salió del campo de juego caminó hacia la banca, visiblemente molesto, le pegó un pequeño puntapié y arrojó una botella de agua al piso tras tomar asiento.

Apenas notó la actitud de su jugador, el uruguayo Almada se acercó a él. Fue en ese momento cuando las cámaras de la transmisión enfocaron al adiestrador y Valdés enfrascados en una discusión que no duró mucho, pero que sí fue comentada.

Eso sí, después del partido, el adiestrador oriental le bajó el perfil al entrevero: “Lo de Diego es comprensible, cuando uno hace un cambio y quiere seguir jugando, fui a aclararle situaciones que no me gusta dejar en el aire, le di una opinión que le quería dar, él la oyó y lo atendió, nada más”.

Almada agregó que “yo fui jugador de futbol y lo entiendo, uno cuando sale no va a salir feliz, pero cualquier cosa tenemos que conversarlo a la interna, no me gusta que los jugadores hagan berrinche. No me gusta dejar cabos sueltos, él es una gran persona y un jugador importante para nosotros”.

Durante las próximas horas, Diego Valdés deberá trasladarse a Chile para ponerse bajo las órdenes de Martín Lasarte y preparar junto a sus compañeros el partido ante Brasil, que se jugará este jueves a las 21:00 horas.