Un 81,5% de los chilenos más pobres de Santiago perciben altos niveles de corrupción en el Gobierno de Michelle Bachelet, 18 puntos más que en 2014, según una encuesta que presentó este jueves la Universidad Católica Silva Henríquez.

El estudio muestra una visión evolutiva, desde el año 2003 al 2015, con consultas anuales a los habitantes de los sectores pobres de la capital, quienes estimaron en un 87,7% que en Chile existe hoy la corrupción.

Esta última cifra aumentó en 13 puntos respecto del 2014, lo que se explica por los casos de corrupción que se han destapado en los últimos meses, como el caso Caval que involucra a la nuera e hijo de la Mandataria.

“La parte más pobre de la población es mucho más negativa, desde un discurso donde prima la dificultad para obtener oportunidades y para ejercer sus derechos, más aún en lo público”, señaló a los periodistas el investigador a cargo, Marcelo Yáñez.

Además del Gobierno, el Parlamento (76,7%) fue considerado una de las instituciones más corruptas, seguido de los partidos políticos (75,6%) y las empresas privadas (72,9%).

LAS SITUACIONES MÁS CORRUPTAS

Entre las situaciones que los entrevistados calificaron de “corruptas” destacan “tener un conocido en la justicia que ayude en los fallos” (79,9%), “usar bienes fiscales para fines personales” (76%) o “que una empresa abuse de los consumidores” (67,9%), aseveración que aumentó 29 puntos en comparación con el 2014.

“Los resultados son peores que en años anteriores en todo sentido; aumentó la percepción de corrupción global en el país, pero también en todas las instancias del gobierno, políticas, judiciales y privadas”, explicó Yáñez.

“Hay una crisis de confianza ante el Estado, pero lo peor es que en muchos sectores parece haber mayor interés en salvar la imagen de cercanos, más que recuperar la credibilidad ante la ciudadanía”, añadió.

Según el sondeo, un 73% percibe altos niveles de corrupción en empresas privadas y un 67% en instituciones públicas debido a los casos de colusión que se han conocido en el último tiempo.

En cuanto a las causas de la corrupción, los encuestados se inclinaron por “ambiciones personales” (52,5%), “falta de valores en las personas” (46,1%) y “un sistema judicial no eficiente” (40,2%), que varió en 17,8 puntos de un año a otro.

“La gente piensa que el sistema judicial no funciona y eso les causa mucha frustración”, especificó Yáñez, quien añadió que “las resoluciones de la justicia están muy lejos de lo que las personas esperan”.

En tanto, entre las consecuencias de la corrupción, destacan la “desconfianza en las instituciones” (58,9%), “pérdida de credibilidad en los políticos” (43,3%) y “más pobreza” (37,9%).

“Se puede inferir que los más perjudicados son los pobres o en definitiva, somos todos”, aseveró Yáñez.

SOLUCIONES

En comparación con el resto de Latinoamérica, un 42,2% de los encuestados compartió que Chile es “menos corrupto que otros países”, mientras un 81,2% aseguró que “la cantidad de gente involucrada en casos de corrupción es mayor a lo que se sabe”.

Frente a los principales responsables de que exista esta práctica, los consultados apuntaron al Estado (64,9%), lo que “ha sido una constante a lo largo del estudio”, dijo el investigador.

“Todas las instituciones son percibidas como corruptas, existe una tendencia generalizada, lo que necesita cambios radicales como podría ser una nueva Constitución”, según el experto.

En cuanto a las soluciones, destacan la existencia de “leyes más drásticas” (55,6%) y “mayor fiscalización” (46,9%), como prácticas que llevarían a “un cambio en el funcionamiento de los organismos públicos”.

Esta encuesta se realizó de manera presencial a 409 personas de los sectores más pobres de Santiago, con un ingreso no superior a $201.091 por cabeza, entre los días 31 de octubre y 5 de diciembre pasados, con un margen de error del 4,1%.