El gobierno colombiano denunció este viernes “la tentativa de homicidio y el posterior secuestro de 29 miembros de la Fuerza Pública” en el departamento del Cauca, donde en octubre pasado el Ejército lanzó una operación para arrebatarle el control de la zona a una disidencia de las antiguas FARC.
Los hechos ocurrieron el jueves en los caseríos de El Plateado y La Hacienda, ubicados en los municipios de Argelia y El Tambo, según confirmó este viernes el ministro de Defensa, el general retirado Pedro Sánchez Suárez.
“La vida y seguridad de los miembros de la Fuerza Pública secuestrados es responsabilidad directa de quienes cometieron este repudiable delito”, afirmó el ministro en un extenso mensaje publicado en su cuenta de X.
El ministro no especificó quiénes fueron secuestrados, pero medios locales informan que la mayoría son miembros de la Policía, quienes el jueves participaron en la defensa del Ejército ante una asonada protagonizada por pobladores de El Plateado, quienes además “incendiaron dos vehículos oficiales”.
Sánchez atribuyó estos ataques al grupo Carlos Patiño, una facción disidente de las FARC, y a “pobladores instrumentalizados por este grupo”, quienes actuaron “con sevicia y vistiéndose de civil para infiltrarse y atentar contra la integridad de nuestros uniformados”.
El ministro denunció que los miembros del grupo Carlos Patiño “no solo reclutan de manera forzada a menores de edad, sino que también instrumentalizan y coaccionan a la población civil con el objetivo de expulsar a la Fuerza Pública e impedir que las instituciones del Estado garanticen acceso a salud, educación, empleo y oportunidades para transformar el territorio”.
OPERACIÓN PERSEO
El 12 de octubre del año pasado, el Ejército puso en marcha la “Operación Perseo” con más de mil soldados, para recuperar el control de El Plateado, considerado el bastión principal del grupo Carlos Patiño, una fracción del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC, dedicada al narcotráfico.
Sin embargo, cinco meses después, el despliegue militar no ha logrado el objetivo esperado y las disidencias continúan dominando la zona.
“Desde su llegada a la región, la Fuerza Pública ha enfrentado constantes amenazas del grupo Carlos Patiño, que busca generar miedo y zozobra, además de frenar la llegada de proyectos sociales y de desarrollo que beneficiarían a las comunidades”, añadió el ministro.
Sánchez, quien asumió el cargo la semana pasada, también condenó “la reciente voladura del puente que comunica a El Plateado con La Hacienda”, un ataque que calificó como “una prueba de cómo estas acciones afectan directamente a las comunidades, restringiendo su movilidad y su acceso a servicios esenciales”.
Sin hacer referencia a los hechos que desataron la asonada del jueves, el ministro de Defensa reiteró que en el Cañón del Micay, un corredor estratégico para las rutas del narcotráfico, “no se adelantarán acciones de erradicación forzada (de matas de coca)”.