Un importante antecedente provocó un vuelco en la investigación del homicidio de dos hermanas que fueron baleadas dentro de un vehículo en la comuna de Santiago.

Según los primeros antecedentes del caso, la denuncia la dio a conocer un sujeto que acusó haber sido secuestrado por uno de los autores del crimen. Aseguró ser obligado hasta manejar a la intersección de Sargento Aldea con Chiloé donde ocurrió el asesinato.

Sin embargo, la Fiscalía informó que el testigo admitió haberse dirigido al lugar para comprar droga y que no lo dijo en primera instancia por vergüenza.

“El testigo señala finalmente que él iba a comprar droga para su consumo, pero le daba vergüenza porque su familia no lo sabía, y se junta con el proveedor habitual que estaba en compañía de estas dos mujeres”, indicó Macarena Cañas, fiscal jefe de Flagrancia de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte.

“Es posible, no lo tenemos aclarado en este momento, que efectivamente este intermediario de droga decide quitarle la vida a estas dos mujeres y robarles, porque hurta o roba la cartera de una de ellas, probablemente con más droga o dinero. No lo sabemos, porque al recuperar el bolso ya no se hallaba su contenido”, añadió.

Para la pesquisa resultó clave el video de una cámara de seguridad que grabó el homicidio, ya que en él se aprecia que el testigo estaba estacionado en el lugar de los hechos antes del que llegasen las hermanas con otros dos hombres.

Según revela el audiovisual, uno de los sujetos efectúa los disparos y huye de la zona en el vehículo del presunto secuestrado.

Carabineros detuvo a los dos involucrados -entre ellos el presunto asesino- durante un operativo realizado este jueves, cuando oficiales de la Cuarta Comisaría de Santiago los descubrieron a bordo del automóvil robado.

Durante la detención, uno de los aprehendidos se resistió efecutando seis disparos contra el personal policial, mientras que en el vehículo se habría encontrado el arma homicida.