El Metro de Santiago presentó una serie de medidas relacionadas con el cambio de trazado de la Línea 7, la cual ha sido duramente criticada especialmente por la Municipalidad de Santiago debido al impacto medioambiental en la zona específicamente del Parque Forestal.

De esta manera, la empresa de transportes entregó detallado un plan ambiental al comité de ministros que evalúa dichos requerimientos, en el cual se consignan ciertas medidas como trasladar árboles, mover a las lagartijas del lugar y financiar consultas sicológicas de aquellos vecinos que resulten afectados con la obra, informó La Tercera.

“Considerando que el proceso de reasentamiento puede afectar la salud mental de las personas, se dispone de un programa de apoyo sico-comunitario. Se implementará, entonces, un programa de atención sicológica para financiar consultas y tratamientos para quienes lo requieran, además de una derivación a la red pública de salud”, se consigna en el oficio.

Además, desde Metro descartaron la existencia de vicios en su evaluación ambiental, supuesta situación denunciada por la alcaldía de Santiago: “Es incorrecto que en la evaluación ambiental del proyecto no se hubieren tomado en cuenta las personas en situación de calle que se encuentran alrededor del Parque Forestal. Muy por el contrario, en diversas etapas de la evaluación fueron considerados, con especial énfasis en lo atingente a su relocalización”.

Ante las acusaciones de que la compañía no ha desarrollado estudios suficientes que le permitan asegurar que sus proyecciones en materia de ruido y vibraciones sean suficientemente confiables, aclararon que “ni el tren circulará entre las raíces de los árboles, ni habrá un potencial efecto de vibraciones a nivel de superficie”.

En esa misma línea, mencionaron que “la literatura científica ha concluido que la construcción de un túnel a 12 metros o más de profundidad no presenta posibilidad de provocar daño ni deterioro a las raíces de los árboles existentes, dada la naturaleza de su crecimiento y estructura”.