El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ingresó a prisión este martes para cumplir una condena de cinco años de cárcel por los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen de Muamar Gadafi en 2007, en una histórica jornada que, según el antiguo mandatario, deriva de un “escándalo judicial” que ha “humillado” a todo el país.
Sarkozy, el primer expresidente en entrar en la cárcel, abandonó su residencia a primera hora del día y recorrió acompañado de su esposa, Carla Bruni, y de sus abogados, el camino que le separaba de la prisión parisina de La Santé, donde ingresó entre fuertes medidas de seguridad.
Sobre Sarkozy pese una condena de cinco años de cárcel. El juez dictaminó que sí debía entrar en prisión, si bien los abogados anunciaron este mismo martes que presentaron una petición para que pueda permanecer en libertad provisional mientras se sigue estudiando su caso en segunda instancia.
Sarkozy siempre negó cualquier irregularidad
El expresidente siempre negó cualquier irregularidad y denunció una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales, argumentos que reiteró en un comunicado publicado en sus redes sociales este martes y en el que insistió en su supuesta inocencia.
“No es un expresidente de la República quien está siendo encarcelado esta mañana, sino un hombre inocente”, esgrimió Sarkozy, que ha dicho sentirse víctima de un “escándalo judicial” y de un “calvario” iniciado hace más de una década. De hecho, tiene otros frentes judiciales abiertos, en uno de los cuales ya fue condenado en firme por corrupción y tráfico de influencias.
Según Sarkozy, la causa que ha terminado llevándole entre rejas parte de un documento falso y se resumen en “un caso de financiación ilegal sin fondos”. Sin embargo, ha instado a la ciudadanía a no tener “lástima” por él sino por Francia, “Que se ve humillada por la expresión de una venganza que ha llevado el odio a un nivel sin precedentes”.
“No tengo ninguna duda. La verdad triunfará. Pero el precio a pagar habrá sido demoledor”, subrayó en su nota.
Sarkozy recibe apoyos políticos
El caso Sarkozy derivó en los últimos días en mensajes de apoyo de la clase política conservadora y también en simbólicos gestos por parte del gobierno. El mandatario, Emmanuel Macron, recibió a Sarkozy el pasado viernes en la sede presidencial, en un gesto que describió “normal”, desde el punto de vista “humano”, con uno de sus predecesores.
El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, que ya había anunciado que visitará en algún momento a Sarkozy en la cárcel, defendió este martes el papel de su gobierno a la hora de garantizar la seguridad de un antiguo presidente, dado que se trata de un hecho sin precedentes.
“No afecta de ninguna manera a la independencia de los jueces sino que se enmarca en el deber de vigilancia del jefe de la administración que yo soy, responsable ante el Parlamento según el artículo 20 de la Constitución”, indicó el ministro en la red social X.