Los familiares de Francisco Albornoz, el joven técnico en farmacia de 21 años cuyo cuerpo fue hallado en San Fernando, manifestaron su convicción de que pudo haber sido inducido al consumo de drogas y cuestionaron el proceder del médico ecuatoriano actualmente detenido.
Rodrigo Puntilla, primo de Francisco, aseguró que jamás tuvieron indicios de que el joven consumiera sustancias ilícitas.
“Pancho nunca fue de esa línea, jamás. Acá siempre se le inculcó de chico que eso no podía ser. Yo creo que Pancho fue inducido a hacer una estupidez”, afirmó Puntilla.
En relación con la hipótesis de una muerte por paro cardíaco, la tía del joven, Jenifer González, apuntó a la responsabilidad del médico Christián González, detenido por su presunta implicancia en el caso. Señaló que, como profesional de la salud, debió reconocer señales previas al posible ataque.
“Sabemos que un paro cardíaco no es de un momento para otro, tiene un tiempo donde hay señales. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se movió en ese momento y llamó a un centro asistencial?”, expresó González.
Además, la familia planteó dudas sobre la inacción del médico, considerando su cargo dentro del municipio y su experiencia profesional, ante una situación que requería atención médica urgente.
“¿Que no haya movido nada? Sabe que puede pescar el teléfono, llamar a una urgencia y la ambulancia va a llegar en cinco minutos”, concluyó.
Por su parte, Elizabeth Albornoz, hermana del joven fallecido, manifestó su deseo de que se esclarezcan los hechos y que, si Christián González y José Baeza —el otro detenido— resultan culpables, se haga justicia.
“Tenía toda una vida por delante. Él quería seguir estudiando, era muy preocupado de sus sobrinos, muy amigo de sus amigos”, sostuvo su hermana.