Paraguay sobrepasó este viernes los 5.000 muertos por Covid-19 desde que se reportó el primer contagio en marzo de 2020 y el Ministerio de Salud reveló proyecciones alarmantes que estiman para mayo más de 6.000 fallecimientos.
“El número de decesos es de 5.110. En base a las proyecciones, se podría alcanzar los 6.110 fallecidos a inicios de mayo, con 1.300 nuevos decesos que serían reportados en los próximos 21 días, con un promedio diario de 62 muertes”, advirtió la cartera sanitaria en su página digital.
El último informe diario de la autoridad sanitaria reportó 70 muertes.
En coincidencia con el anuncio de las proyecciones, Salud admitió el contagio de su propio ministro, Julio Borba, y las nuevas pruebas de hisopado ordenadas al jefe de Estado, Mario Abdo Benítez.
Este redujo al mínimo sus actividades por precaución, señaló la Presidencia.
El promedio diario de muertes por millón de habitantes en Paraguay es de 8.63 casos, para una población de poco más de 7.100.000.
“De mantenerse estos números, se registrarían 6.110 fallecimientos a inicios de mayo”, advirtió el informe.
El número de internaciones en terapia intensiva es de 445 pacientes en un día, con una tendencia de aumento.
La Asociación Paraguaya de Enfermería comunicó la muerte de cinco asociadas en las últimas 24 horas. “Veíamos como algo lejano pero ya son 46 las enfermeras fallecidas”, reveló su presidenta, Mirna Gallardo, quien exhortó a las autoridades a contratar más personal. “Hoy estamos en una relación 1-15, una enfermera para 15 pacientes cuando tiene que ser 1-5”, observó.
“Acá vemos pasar muertos en bolsas negras todos los días porque no hay insumos”, dijo a su turno Irene Rodas -familiar de un paciente- acampada afuera del Hospital de Clínicas, regentado por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
Si se mantiene el ritmo creciente, las proyecciones indican que a inicios de mayo se podría alcanzar los 300.000 contagiados.
Esto último se reporta en función a un promedio de 5.954 muestras diarias procesadas.
El Círculo Paraguayo de Médicos reveló que sólo el 10% de los fallecidos pudo acceder en vida a las unidades de terapia intensiva. “La mayoría muere en los pasillos o en salas de internación común”, remarcó.
