En el emblemático estadio Santiago Bernabéu, con unas tribunas copadas de argentinos llegados de todo el mundo, los equipos de Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto buscarán desequilibrar el 2-2 registrado en la Bombonera en el ya lejano partido de ida del 11 de noviembre.
En juego está la consecución de la Copa Libertadores -la séptima de Bocay la cuarta de River- ante el eterno rival pero también la clasificación para el Mundial de Clubes que se disputará del 12 al 22 diciembre en Emiratos Árabes.
Sin embargo, la vertiente deportiva de la bautizada como “final del siglo” pasó a un segundo plano cuando un grupo de hinchas radicales de River atacaron con piedras y gases lacrimógenos el autobús de Boca su llegada al estadio Monumental, hiriendo a dos de ellos.
El encuentro fue primero aplazado, después suspendido y finalmente desplazado a Madrid en una controvertida decisión de la Conmebol que disgustó tanto a River, que perdió la localía, como a Boca, que exigió en vano la victoria en los despachos.