Los investigadores rusos aseguraron durante este jueves que los autores del atentado de la semana pasada en la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú, incidente que dejó al menos 143 muertos, recibieron financiamiento desde Ucrania para realizar el ataque. 

Dicho atentando, perpetrado el viernes pasado, fue reivindicado por la organización yihadista Estado Islámico (EI). Sin embargo, desde el Kremlin dicen tener pruebas que vinculan a los “nacionalistas ucranianos” con los terroristas. 

En este sentido, y según consignó Emol, el Comité de Investigación ruso, organismo encargado de las principales investigaciones criminales, indicó a través de Telegram que “el trabajo llevado a cabo con los terroristas detenidos, el examen de los dispositivos técnicos que llevaban y el análisis de las transacciones financieras permitieron obtener pruebas de sus vínculos con los nacionalistas ucranianos”. 

Además, señalaron que los cuatro atacantes recibieron “importantes sumas de dinero y criptomonedas provenientes de Ucrania, que usaron para preparar el crimen”. 

Por su parte, los investigadores anunciaron la detención de un nuevo sospechoso, quien es acusado de participar en el financiamiento del ataque. De esta manera, el número de arrestados subió a doce, incluyendo a los cuatro presuntos atacantes.

Cabe destacar que previamente, el presidente Vladimir Putin afirmó que los cuatro atacantes fueron detenidos en la región de Briansk, cuando intentaban huir a Ucrania; mientras que el jefe de los servicios de seguridad rusos (FSB), Alexander Bortnikov, declaró que los servicios secretos ucranianos y occidentales facilitaron el atentado.

En tanto, desde Ucrania niegan estar involucrados con el ataque, y denuncian que Rusia solamente busca culpar a Kiev.