El exdirigente de uno de los conglomerados financieros más importantes de China fue condenado este martes a la pena de muerte por “corrupción y bigamia”, anunció la justicia.
Lai Xiaomin, exdirectivo de China Huarong, fue declarado culpable de haber obtenido 260 millones de dólares (215 millones de euros) en sobornos.
Las cifras son “muy importantes y las circunstancias particularmente graves y hubo claramente una intención de delinquir”, dijo en su veredicto el tribunal de Tianjin (norte).
Lai Xiaomin también fue condenado por bigamia por haber “vivido durante mucho tiempo con otras mujeres” fuera de su matrimonio, de las que tuvo hijos ilegítimos.
En enero de 2020, Lai hizo una confesión transmitida por la televisión pública CCTV donde se veían imágenes de un apartamento en Pekín supuestamente de su propiedad, con cajas fuertes y armarios llenos de fajos de dinero.
Lai Xiaomin afirmó no haber “gastado ni un solo céntimo”. “No me atreví a gastar” el dinero, dijo.
Las imágenes también mostraban coches de lujo y lingotes de oro que Lai habría aceptado como soborno.
China lanzó una importante campaña anticorrupción en 2012, después de que el presidente Xi Jinping se convirtiera en jefe del Partido Comunista de China (PCC).
Desde entonces, se han sancionado más de 1,5 millones de dirigentes del PCC.
Los grupos de derechos humanos denuncian la práctica en China de las “confesiones televisadas” que, según ellos, se obtienen a menudo mediante la tortura o el chantaje.