Un grupo de alumnos de Ingeniería de la Universidad Católica inició el desarrollo de un traductor móvil para la lengua de señas, que por medio de un dispositivo reconoce los gestos de las personas con discapacidad auditiva y los subtitula casi simultáneamente en un smartphone, tipo “Close Caption” (CC).
La idea del proyecto llamado Chaski, que en lengua quechua se refería al mensajero, es que pueda ser usado en todos los centros de atención al cliente para facilitar la comunicación y la calidad de servicio para quienes tienen discapacidad auditiva, que en Chile alcanza las 800 mil personas.
“Para desarrollar el traductor móvil, tuvimos que tomar cursos en la Asociación Crea para aprender la lengua de señas. Esta experiencia nos permitió abordar las barreras de comunicación entre los oyentes y las personas con discapacidad auditiva”, indicó la alumna Ximena Yovaniniz.
La futura ingeniera UC agregó que “el aprendizaje de los movimientos de manos y sus significados ha facilitado al grupo de trabajo preparar el programa de reconocimiento de gestos. Por ejemplo, a incorporar la lengua de señas del abecedario al sistema”. “Si bien la mayoría de las personas con discapacidad auditiva se comunican por medio de conceptos con sus manos, también tienen mucha facilidad y rapidez para armar palabras con la lengua de señas del abecedario. Por lo tanto, resulta importante este primer paso”, precisó Yovaniniz.
El equipo de alumnos de tercer año, integrado además por Ignacia Díaz, Francisco Belmar, Martín López y Nicolás Parraguez, espera incluir todos los gestos y conceptos completos en una segunda etapa del proyecto, así como las sugerencias planteadas por los futuros usuarios, como el color del dispositivo.
En las entrevistas realizadas a personas con discapacidad auditiva, entre 18 y 30 años de edad, y a quienes trabajan en servicios de atención a clientes, los universitarios pudieron concluir que la mayoría está dispuesto a utilizar el dispositivo en su vida diaria. Asimismo, los posibles beneficiados con la tecnología aprobaron el sistema de subtítulos de comunicación del prototipo, así como su forma y tamaño, entre otros aspectos.
Alejando Hidalgo, profesor de lengua de señas con discapacidad auditiva, valoró el proyecto y su alcance en los centros de atención al público.
“Para las personas oyentes está bueno, porque podrán ver y entender por subtítulos los requerimientos de quienes nos comunicamos con las manos”, destacó.
En tanto, para la directora de la Dirección de Responsabilidad Social de Ingeniería UC, Soledad Ferrer, “este emprendimiento demuestra cómo los futuros ingenieros están involucrados en las problemáticas sociales de nuestro país, desde los primeros años de formación”. En paralelo, los alumnos esperan que a futuro este tipo de herramientas inclusivas también puedan apoyar a las personas con discapacidad auditiva que rindan la PSU, que este año por primera vez podrán contar con un intérprete en lengua de señas en cada sala y durante todo el desarrollo de la prueba.
La idea del proyecto llamado Chaski, que en lengua quechua se refería al mensajero, es que pueda ser usado en todos los centros de atención al cliente para facilitar la comunicación y la calidad de servicio para quienes tienen discapacidad auditiva, que en Chile alcanza las 800 mil personas.
“Para desarrollar el traductor móvil, tuvimos que tomar cursos en la Asociación Crea para aprender la lengua de señas. Esta experiencia nos permitió abordar las barreras de comunicación entre los oyentes y las personas con discapacidad auditiva”, indicó la alumna Ximena Yovaniniz.
La futura ingeniera UC agregó que “el aprendizaje de los movimientos de manos y sus significados ha facilitado al grupo de trabajo preparar el programa de reconocimiento de gestos. Por ejemplo, a incorporar la lengua de señas del abecedario al sistema”. “Si bien la mayoría de las personas con discapacidad auditiva se comunican por medio de conceptos con sus manos, también tienen mucha facilidad y rapidez para armar palabras con la lengua de señas del abecedario. Por lo tanto, resulta importante este primer paso”, precisó Yovaniniz.
El equipo de alumnos de tercer año, integrado además por Ignacia Díaz, Francisco Belmar, Martín López y Nicolás Parraguez, espera incluir todos los gestos y conceptos completos en una segunda etapa del proyecto, así como las sugerencias planteadas por los futuros usuarios, como el color del dispositivo.
En las entrevistas realizadas a personas con discapacidad auditiva, entre 18 y 30 años de edad, y a quienes trabajan en servicios de atención a clientes, los universitarios pudieron concluir que la mayoría está dispuesto a utilizar el dispositivo en su vida diaria. Asimismo, los posibles beneficiados con la tecnología aprobaron el sistema de subtítulos de comunicación del prototipo, así como su forma y tamaño, entre otros aspectos.
Alejando Hidalgo, profesor de lengua de señas con discapacidad auditiva, valoró el proyecto y su alcance en los centros de atención al público.
“Para las personas oyentes está bueno, porque podrán ver y entender por subtítulos los requerimientos de quienes nos comunicamos con las manos”, destacó.
En tanto, para la directora de la Dirección de Responsabilidad Social de Ingeniería UC, Soledad Ferrer, “este emprendimiento demuestra cómo los futuros ingenieros están involucrados en las problemáticas sociales de nuestro país, desde los primeros años de formación”. En paralelo, los alumnos esperan que a futuro este tipo de herramientas inclusivas también puedan apoyar a las personas con discapacidad auditiva que rindan la PSU, que este año por primera vez podrán contar con un intérprete en lengua de señas en cada sala y durante todo el desarrollo de la prueba.