Este lunes comenzó el interrogatorio al chileno Nicolas Zepeda quien en reiteradas veces se ha declarado inocente. Su declaración se da a días que se conozca el veredicto de la justicia francesa con respecto a las acusaciones

Zepeda fue condenado en una primera instancia a 28 años de cárcel por la desaparición y homicidio de su expareja, Narumi Kurosaki. Sin embargo, su defensa solicitó la anulación del juicio dando inicio a un nuevo proceso. 

PREGUNTAS

En ese marco, una de las primeras preguntas realizadas a Zepeda fue el origen del video que subió a redes sociales en donde realiza un ultimátum a Narumi para seguir con la relación a distancia.

Dicho registro correspondo a un video donde Zepeda mira directamente a la cámara explicando que su, en ese momento, pareja, debe cumplir con una serie de condiciones. 

“Recientemente Narumi hizo cosas malas, por lo que tendrá que cumplir con ciertas condiciones para poder seguir con esta relación. A pesar de eso, creo que deberíamos vivir de otra forma, vivir sin esas condiciones”, dice Zepeda.

Además, señala que “esta declaración dice que las condiciones son aplicables, algunas de ellas, para toda su estadía en Francia y otras para siempre”.

Ante ello, una de las cosas que se le preguntó a Zepeda durante esta nueva jornada de juicio en su contra cuál fue el origen de dicho video. 

De acuerdo al medio local FranceInfo, Zepeda aseguró no recordar las condiciones que le pidió a Kurosaki.

“Este video fue una herramienta. Un espejo para mirarme y decirme que fui un estúpido por querer seguir”, apuntó.

Respecto a la consulta sobre si se considera una persona celosa, Zepeda aseguró que “ambos estábamos celosos”. También señaló que recién se enteró de la relación entre Kurosaki y Arthur de Piccolo hasta septiembre de 2016.

ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE ZEPEDA

El doctor Roland C. hizo un examen psiquiátrico a Nicolás Zepeda en el centro de detención preventiva de Orleans donde está recluido el chileno. 

El profesional señaló que el chileno parece reservado, pero sociable. Afirmó que al parecer era mucho más tímido cuando era joven y que con el tiempo obtuvo más confianza.

“No es peligroso en el sentido psiquiátrico, no necesita ser internado (…) Estaba lúcido y consciente de sus actos”, señaló. 

Además, también evaluó a Zepeda el psiquiatra, Jean C., quien afirmó que “al señor Zepeda le resultó muy difícil aclarar la profesión de su padre. El señor Zepeda tiene una manera muy complicada de responder preguntas. Respuestas complejas, llenas de desvíos y desvíos”.

“Le pregunté varias veces porque pensaba que lo estaban acusando. Me dijo que no entendía la pregunta”, indicó.

Coincidió con que “no tiene ninguna enfermedad mental, podemos ver muy claramente que estamos ante una persona que tiene tendencia a manipular a los demás, eso es lo que me llamó la atención”.