Los amotinamientos simultáneos registrados el martes en cuatro cárceles de Ecuador, dejaron al menos 79 reclusos muertos, informó el miércoles la entidad a cargo de las prisiones.
El más reciente balance del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) da cuenta de 37 fallecidos en dos penitenciarías de Guayaquil, 34 en una cárcel de Cuenca y ocho en la de Latacunga.
La entidad había reportado hasta anoche la muerte de 75 presos en las batallas desatadas entre grupos que se disputan el control de las cárceles.
El director del SNAI, Edmundo Moncayo, descartó el martes víctimas mortales entre el cuerpo de custodia, pero habló de “policías que han sido heridos”, sin precisar el número.
La SNAI indicó este miércoles en un comunicado que “se encuentra controlada” la situación en las cárceles de Guayaquil, Cuenca y Latacunga que fueron escenarios de las violentas revueltas.
Esas penitenciarías concentran un 70% de la población carcelaria de Ecuador.
La institución añadió que “continúa desarrollando el levantamiento de información de las pérdidas humanas y demás aspectos relacionados con los enfrentamientos” dentro de las prisiones.
La Defensoría del Pueblo tildó de “masacre sin precedentes” los amotinamientos, que también dejan reclusos heridos, según autoridades.
Ante la situación, el presidente Lenín Moreno ordenó al ministerio de Defensa “ejercer un estricto control de armas, municiones y explosivos en los perímetros exteriores” a las cárceles.
El mandatario debió declarar estados de excepción para el sistema carcelario y movilizar a los militares en 2019 y 2020 para fortalecer el resguardo ante el alto grado de violencia.
El año pasado se registraron 103 asesinatos en las penitenciarías, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.
Ecuador cuenta con unas 60 prisiones, con capacidad para albergar a 29.000 personas y en las que hay una sobrepoblación de 30% (38.000 reclusos). El propio cuerpo de seguridad comprende unos 1.500 guardias, registrándose un déficit de por lo menos 2.500 custodios.