El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, respondió a las posibles especulaciones sobre el futuro de Lula da Silva, luego de que el Tribunal Supremo Federal de Brasil (TSF) anulara el lunes las condenas relacionadas con la trama de corrupción Lava Jato del expresidente.

En este sentido, Bolsonaro afirmó que el pueblo brasileño “no quiere tener un candidato como ese en 2022” porque su gestión fue “catastrófica”.

El mandatario señaló la “fuerte relación con el PT” del magistrado Edson Fachin -el Partido de los Trabajadores (PT) es el partido de Lula- y argumentó que su decisión debe pasar por el plenario de los once jueces del Supremo “para que tenga la debida eficacia”.

A su vez, el presidente de la Cámara de Diputados brasileña, Arthur Lira, indicó que su “mayor duda es si la decisión monocrática ha sido absolver a Lula o a Moro”, ya que “puede que Lula se lo merezca. Moro, ¡nunca!”.

Mientras, los abogados de Lula celebraron la decisión, pero recordaron que “no repara” el daño causado, como los 580 días que pasó en prisión o la inhabilitación. El proceso judicial previo “jamás demostró relación concreta alguna con ilícitos ocurridos en Petrobras” y ahora con la sentencia de Fachin “se reconoce que siempre tuvimos razón en esa larga batalla judicial” y la “persecución judicial” contra Lula.

El propio Lula guarda silencio, pero el candidato del PT de 2018, Fernando Haddad, defendió que si Lula pudiera presentarse, debería ser el candidato en 2022. En esa misma línea se pronunció el secretario nacional de comunicación del PT, Jilmar Tatto: “Solo no será candidato si no quiere serlo”.

Desde formaciones cercanas al PT como el Partido Democrático Obrerista (PDT), el Partido Socialista Brasileño (PSB) o el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) celebraron la decisión judicial, pero marcaron distancias sobre su posible apoyo a una candidatura presidencial de Lula.

El presidente del PDT, Carlos Lupi, aseguró que la candidatura del exministro Ciro Gomes se mantiene. “Nada cambia de primeras. Están Lula y Ciro. En una posible segunda vuelta con Bolsonaro estaremos juntos. Ciro representa el futuro. Lula, el pasado”, apuntó, según recoge la prensa brasileña.

Desde el PSB, su presidente, Carlos Siqueira, se pronunció en la misma línea y afirmó que “es pronto” para hablar de 2022, pero que optará entre apoyar a Lula, a Ciro o una candidatura propia.

Lula ingresó en prisión el 7 de abril de 2018. Su condena supuso además su inhabilitación como candidato presidencial cuando era el favorito en las encuestas a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2018, que auparon a la Presidencia al actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

En el extranjero, los principales líderes de la izquierda latinoamericana y aliados de Lula durante su mandato celebraron la noticia. El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, tuiteó “oligarquía latinoamericana, prensa y jueces corruptos: ¿entienden que nunca podrán contra la fuerza de la verdad e integridad? ¡Viva Lula! ¡Viva Brasil!”.

A su vez, el expresidente Evo Morales aseguró que “al fin se hizo justicia” con Lula, a quien considera su “hermano” y “víctima de una sañuda persecución de la derecha con fines políticos”

A su vez, el exmandatario de Uruguay, Pepe Mújica, mostró una “felicidad enorme” por la decisión en una carta enviada a Lula.

También el actual presidente argentino, Alberto Fernández, celebró que el exjefe de Estado brasileño “haya sido rehabilitado en todos sus derechos políticos”, tras la anulación de las condenas que “fueron dictadas con el solo fin de perseguirlo y eliminarlo de la carrera política”.