China decidió tomar una medida drástica: este lunes las autoridades de ese país restringió a 3 horas semanales el acceso de niños y adolescentes a videojuegos en línea.
La estricta determinación tiene como principal objetivo frenar la creciente adicción a lo que en su día describió como “opio espiritual”. Estos nuevos cambios anunciados forman parte de un reforma social que apunta a reforzar el control sobre sectores clave como la economía, tecnología, educación y propiedad, tras décadas de un crecimiento frenético.
Las restricciones se aplicarán a todos los dispositivos, incluidos los teléfonos, y se convierten en una complicada noticia para una industria de juegos que abastece a millones de jóvenes jugadores en todo el mundo. Los niños sólo podrán acceder a los juegos entre viernes y domingo y en un horario fijo: de 20:00 a 21:00 horas, según lo que indica la agencia Xinhua. Lo mismo corre para los días festivos y las vacaciones.
Asimismo, se les realizará un control de identidad para conectarse. Las normas de la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones (NPPA) -órgano regulador de las publicaciones impresas y digitales- también repercuten duramente en el mundo financiero.
Este lunes las acciones de Prosus, que cotiza en Amsterdam y posee una participación del 29% en el grupo chino de redes sociales y videojuegos Tencent, bajaron un 1,45%, mientras que otras reconocidas firmas como Ubisoft y Embracer Group cayeron más del 2% cada uno.