El mercado de los casinos en Chile se ha visto envuelto en uno de los mayores escándalos de su historia cuando tres de las principales marcas de casinos físicos chilenos, Dreams, Enjoy y Marina del Sol, han sido acusados de colusión por la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Estos operadores, a los que se ha dado en llamar “el cártel de los casinos”, se habrían puesto de acuerdo para manipular el proceso de licitaciones de casinos, en un caso que podría cambiar el rumbo de la industria. El resultado ha sido una sanción multimillonaria y una revisión del marco regulatorio de los juegos de azar en el país.
Los detalles del caso de colusión
Según lo que se ha revelado de las investigaciones llevadas a cabo por la FNE, las tres empresas mantuvieron diversos contactos con el fin de coordinar sus propuestas para solicitar las licitaciones que otorgó la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) en 2020 y 2021. Así, estos casinos se aseguraban de obtener los permisos correspondientes sin apenas competencia.
La colusión, una práctica mediante la cual dos o más competidores de un mismo sector se organizan para fijar precios o repartirse el mercado, supuso un duro golpe a los esfuerzos de los principales responsables del sector del juego por legitimar su actividad, en un momento en el que este tipo de entretenimiento estaba en el punto de mira de las comisiones del ejecutivo chileno.
Así, esta colusión permitió a Dreams, Enjoy y Marina del Sol mantener su dominio en el mercado y limitar la oferta, al no permitir que se incorporaran nuevos actores al sector. Esta práctica no solo supuso un grave daño al mercado del juego en general, sino que también afectó a la transparencia del proceso de concesión de licencias.
De hecho, la FNE declaró que estos operadores controlaban el 90% de los ingresos del sector de los casinos físicos de Chile. También poseían el 70% de las licencias de operación, obtenidas y renovadas a lo largo de 15 años de manipulación ilegítima. En definitiva, una serie de prácticas que podían considerarse monopolísticas. De hecho, la superintendenta de Casinos de Juego, Vivien Villagrán, afirmó que “al momento de ir a la entrega de las ofertas técnicas y económicas nos dimos cuenta de que no se produjo competencia, salvo en dos plazas”.
Multas históricas y consecuencias legales
La FNE presentó sus pruebas y denunció la situación ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) de Chile, a la par que solicitaba no solo severas multas, sino también que se revocaran todas las licencias otorgadas a estos operadores y la apertura de una nueva licitación que dé cabida a otros operadores.
El TDLC evaluó la investigación y las pruebas presentadas por la FNE, que incluían una serie de chats de WhatsApp entre los expresidentes de los tres casinos implicados, antes de castigar a estos operadores con la mayor multa de la historia de Chile. La cuantía de la histórica sanción asciende a nada menos que 152 millones de dólares estadounidenses.
El casino Dreams fue quien se llevó la peor parte, ya que tuvo que pagar USD 112,4 millones, mientras Enjoy era castigado con USD 36,8 millones. Marina del sol vio recompensada su colaboración al delatar a sus socios frente al tribunal, lo que le libró de la multa, aunque no del duro golpe de ver cómo la FNE conseguía que se retirasen las licencias que el cártel había obtenido en los últimos años.
La respuesta del gobierno y el auge del juego online
La pérdida de confianza en los casinos físicos a consecuencia de este sonado caso de colusión ha llevado a que el mercado de los casinos online en Chile gane relevancia. Las plataformas en línea ofrecen beneficios, como los bonos de bienvenida, y un abanico más amplio de juegos y opciones. Los jugadores que no se fíen de los sitios físicos pueden encontrar una alternativa segura mediante la oferta de Casino.org para los chilenos, que garantiza el acceso a plataformas verificadas y fiables.
Aun así, el juego en línea tiene sus propios problemas, derivados principalmente de la ausencia de una normativa formal que regule los casinos online en el país. Esta situación trae riesgos, como el blanqueo de capitales y la falta de protección a los jugadores. Conscientes de esto, la Comisión para el Mercado Financiero introdujo en diciembre de 2023 un proyecto de ley que busca implantar licencias obligatorias, así como sanciones a quienes no cumplan con las condiciones marcadas por esta normativa.
Sin embargo, no se han producido avances en este sentido desde el 2 de abril de 2024, algo que ha generado no pocas quejas; entre ellas, la de Cecilia Valdés, presidenta ejecutiva de la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ).
Pese a haber sido muy crítica con esta paralización, Valdés se muestra optimista: “Yo estoy confiada y espero que no me equivoque, en que en 2025 vamos a tener una discusión un poco más activa en el proyecto y esperemos lograr avances significativos para darle un marco legal mucho más claro a las apuestas online”. ¿Acertará Valdés en sus predicciones? El tiempo lo dirá.