Una intensa búsqueda mantiene expectante a Costa Rica luego de que una bebé de nueve meses fuera raptada el pasado domingo de los brazos de su madre de 13 años. Por el momento no hay mayores resultados, pero el padrastro de la adolescente fue detenido.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fuerza Pública sostienen una búsqueda en fincas y sembradíos de la provincia de Cartago, la cual no ha dado resultados ni rastros del paradero de la lactante.

Según la versión de la familia, la madre se encontraba en la calle vendiendo números para una rifa cuando un hombre le arrebató la bebé de sus brazos y escapó hacia unos sembradíos en la zona de Cervantes, provincia de Cartago.

Por su parte, el OIJ detuvo este lunes a un sospechoso apellidado Cassasola, de 34 años, quien figura como padrastro de la menor de 13 años. El martes un juzgado dictaminó seis meses de prisión preventiva contra el sujeto, quien es investigado por una violación hacia la joven madre y tiene pendiente una prueba de ADN para determinar si es el padre de la bebé raptada.

El director del OIJ, Randall Zuñiga, señaló este martes a medios locales que la principal hipótesis es que Cassasola raptó a la bebé con el fin de evitar la prueba de paternidad y “evadir la justicia”.

“A él le corresponde una cita mañana (miércoles) para determinar la prueba de paternidad, es una de las hipótesis que manejamos como móvil del rapto de la menor. La prueba siempre se va a realizar independientemente de que tengamos a la bebé”, señaló.

Zuñiga complementó diciendo que la madre es una víctima de violación y de violencia de género.

La ministra de la Niñez y la Adolescencia, Gloriana López, indicó que está investigando si las instituciones políticas y el Estado entregaron una respuesta integral y tomaron medidas de protección para las menores de edad. “Todo el país está consternado por la desaparición de la niña de 9 meses, hija de una adolescente de 13 años, que también es una niña. Dos víctimas, una de secuestro y otra de violación”, expresó López.

“No más normalización de la violación, de las relaciones impropias, del embarazo en adolescentes y otras formas de abuso. La violencia sexual no es normal, hay que denunciarla y proteger a las personas menores de edad que son víctimas”, agregó.

Asimismo, lamentó que “niñas no tuvieron un entorno protector en su familia, en su comunidad o en sus grupos cercanos” y que “por el contrario estuvieron expuestas al descuido y a la negligencia extrema”.