El gobierno peruano aseguró que se han disuelto las protestas y bloqueos de varias carreteras principales del país, que habían sido bloqueadas durante la semana por transportistas que exigen la baja de los combustibles.

“Hemos procedido con el desbloqueo de las vías de transporte a efecto de que se normalice la libre circulación, y de que esta paralización no siga afectando a los pacientes del Covid-19 o de otras emergencias”, afirmó la ministra de Vivienda, Solangel Fernández, en una conferencia de prensa.

La funcionaria dijo que se despejó la carretera Central, en las afueras de Lima, la principal vía de acceso a la capital desde el centro del país. La protesta, iniciada el 15 de marzo, dejó 71 detenidos.

Fernández aseguró que el gobierno mantiene la disposición a dialogar con los gremios de transportistas, pero subrayó que “el centro de la agenda son los 33 millones de peruanos”.

Hizo un llamado a “parar esta medida de fuerza”. “Estamos en una situación de emergencia, donde lo importante es continuar las actividades económicas y la atención a la salud”.

La huelga ha provocado que decenas de cilindros de oxígeno medicinal para pacientes con coronavirus deban ser trasladados en helicópteros de la policía. También ocasionó que algunas personas llegaran tarde a su vacunación en hospitales, según medios locales.

Los conductores protestan por el incremento del combustible (diésel) en un 40%. También exigen eliminar impuestos y una reciente alza de peajes.

Dirigentes explicaron que el galón de diésel se incrementó de 2,9 a 4,0 dólares desde diciembre.

En atención a estos reclamos las autoridades informaron que se reducirá el precio del diésel distribuido por la estatal Petroperú, y también se incluirá este combustible en un fondo especial que prevé la volatilidad en el valor de los carburantes.

Las reclamos estallaron a menos de un mes de las elecciones presidenciales y legislativas del 11 de abril y en medio de la pandemia que afecta duramente a Perú.