La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) realizó una positiva evaluación de la huelga general sanitaria desarrollada este viernes, la cual contó con adhesión de trabajadores del sector de la salud, del sector público y de diversas organizaciones a lo largo de Chile.

La movilización se desarrolló ad portas del Día Internacional de los Trabajadores y se enmarcó en protesta a la gestión del gobierno durante la pandemia de Covid-19. Además, incluyó un llamado de atención por la precaria situación de los trabajadores de la primera línea del servicio de salud durante la crisis sanitaria, lo que se evidenció con la movilización que terminó en el frontis del Hospital Carlos Van Buren en Valparaíso.

Si bien se espera que se desarrollen nuevas movilizaciones durante la noche, la CUT ya realizó un análisis de la huelga y destacó la adhesión de cerca de 35.000 personas a lo largo del país.

La presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, sostuvo que “hemos podido dar cuenta o recoger el reporte de cada una de las regiones del país, donde, con distintos formatos, se ha desarrollado no solamente una expresión nacional de la jornada, sino que también se han cumplido los hitos más importantes: la entrega de cartas y misivas en las intendencias, las gobernaciones y distintos puntos cívicos, que en la Región Metropolitana estuvo marcada por la entrega de los dirigentes sindicales de una carta a La Moneda, un punto central en la orden del día”.

Recordemos que 10 dirigentes de la CUT fueron detenidos cuando intentaron llevar la misiva ante el Palacio, entre los cuales se encontraba la misma Figueroa.

Además, la timonel de la Central sostuvo una reunión presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), quien le entregó “solidaridad” a los detenidos y destacó que “la única manera de mejorar las condiciones laborales es a través de la unidad de los trabajadores”, criticando que la crisis de la pandemia “no la pueden seguir pagando los trabajadores con el retiro de sus fondos previsionales”.

De cara a una posible noche de manifestaciones, el Gobierno aumentó la dotación de Carabineros y puso énfasis en sectores críticos como Plaza Baquedano y Santiago Centro, incrementando en un 50% la cantidad de funcionarios policiales.